Du trugst das
Immer war ich der Starke, der Harte, aber nachdem Arztbesuch, warst du, wer mich trösten musste. Du warst die Heldin, die uns überzeugte, dass wir aus dieser Situation hinauskommen würden. Für eine Weile hattest du Recht.
Tage, Wochen, Monaten, Jahre... am Ende war der Wille nicht genug
Wie oft stelten wir uns zu vor, wie traurig unser Leben ohne einander sein würde? Du kannst dir nicht vorstellen, wie fern ich von der verheerenden Wahrheit war.
Deine Abwesenheit füllt alles derartig aus, dass der Raum und die Zeit keinen Sinn haben. Nicht das Leben. Nicht das Sterben.
Sitzend, während mit jedem Herzschlag aus meinem Handgelenk entflieht was ich war, bin oder sein hätte können, stelle ich mir eine Tür vor. Toc, toc, hört man. Ich mache auf. Ich lächle.
Hallo mein Schatz.
Traducción
El tiempo siempre corrió en nuestra contra. Ahora lo sé.
Llevabas aquel precioso vestido de flores que tanto te gustaba y que habíamos comprado en un outlet, cuando lo notaste por primera vez. Aquel pequeño bulto.
Yo siempre había sido el fuerte, el duro, pero tras la visita al médico fuiste tú quién tuviste que consolarme a mi. Fuiste tú la valiente que con rotundidad nos convenciste a ambos de que saldríamos de ésta. Y durante un tiempo tuviste razón.
Días, semanas, meses, años... al final la voluntad no fue suficiente.
¿Cuántas veces jugamos a imaginar lo triste que sería nuestra vida sin el otro? Ni te imaginas lo lejos que estuve siempre de la devastadora realidad.
Tu ausencia lo llena todo de tal manera que el Espacio y el Tiempo no tienen sentido. Ni la Vida. Ni la Muerte.
Sentado, mientras a cada latido de mi corazón se escapa por mis muñecas lo que fui, soy o pude haber sido, me imagino una puerta. Toc toc, suena. Abro. Sonrió.
Hola mi amor.
Igor Ces Sánchez
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