Hace tiempo que la colaboración semanal de Muñoz Molina en Babelia, el suplemento cultural de El País, se ha convertido en una especie de blog en el que su autor da cuenta de las visitas a exposiciones, las lecturas de libros y a veces otros artículos, normalmente procedentes de prestigiosas revistas internacionales. En su página, M. Molina mezcla actualidad, divulgación y una pizca de creatividad. Esta semana le ha tocado el turno a Fellini, con motivo de la exposición que entorno a su vida y obra se está celebrando en CaixaForum de Madrid, decidido a convertirse en uno de los centros culturales más importantes dentro de lo que podríamos llamar el circuito B+++ de las exposiciones temporales, a veces incluso más interesantes que las del circuito a A+++ (Prado), A++ (Reina Sofía, Thyssen) o A+ (Mapfre y F. March).
Además de todo lo que dice Molina, los videos que se pueden ver en el enlace a la página de la Caixa que aparece en el párrafo anterior y alguna otra cosa que he leído, me permito destacar lo siguiente:
1. El excelente programa de mano de la exposición, cosa casi insólita, dados los actuales recortes en gastos. Quizá se hayan esmerado en su confección porque esta vez no se ha editado un catálogo propio y en la librería del centro solo se pueda adquirir en francés el de la exposición madre (Jeu de Paume), en cuya organización también colaboró La Caixa. O quizá es que La Caixa se esté orientando hacia expos menos costosas y destine mayor parte del presupuesto a los programas. Digo esto porque el de la actual expo (Dalí, Lorca y la Residencia de Estudiantes) es igualmente apetitoso.
Una de las 32 páginas que forman el programa de mano, gratuito, profusamente ilustrado, y con un texto en español e inglés del comisario de la exposición, Sam Stourdzé, cuya entrevista (en francés) de introducción a la expo del Jeu Paume (París) puedes ver si clicas sobre su nombre.
2. La serie de anuncios que Fellini hizo para la televisión que puede verse en la exposición. Llenos de gracia , dejan intuir la profundidad y orientación de sus grandes películas. En ellos están condensados en pocos segundos muchos de los aspectos y temas recurrentes en Fellini, el humor, las tortuosas y placenteras relaciones entre hombre y mujer, la persistencia de la infancia, la graciosa apropiación por parte del director de elementos psicoanalíticos, la cultura popular, la indefensión del hombre ante cuanto le rodea, las mujeres diosas ambivalentes, la relación entre la realidad y la ficción, los monstruos ambiguamente buenos, la música melancólicamente circense, etc.
Con posterioridad, he descubierto que casi todos los anuncios se pueden ver en youtube, pero no se me había ocurrido buscarlos allí. He aquí dos de ellos, uno de los sensuales Rigatoni Barilla:
Fotograma de la entrevista a Stourdzé, proyectada sobre la pared de cemento del hall.
Fotograma de la entrevista a C. Zavattini en la que expone sus críticas a La Strada (Fellini, 1954), por su carácter ahistórico.
Cartel del homenaje que el Festival de Cannes dedicó al director italiano en 1994.
En otra de las entrevistas, Fellini, aquí en su vertiente de actor, habla de Rossellini, de su admiración hacia él y de sus diferentes maneras de concebir el cine.
Una parte de los materiales está integrada en un DVD (Fellini), realizado por André Delvaux, que contiene múltiples entrevistas hechas al director para la televisión belga.
3. En la compleja relación Felliniana entre ficción y realidad juegan un notable papel lo que podríamos calificar como freaks, personajes excéntricos que nos confunden y desazonan, pero al tiempo nos descubren aspectos ocultos o descuidados de la realidad y de nosotros mismos . Parece ser que durante los castings Fellini era visitado por una corte de interesantes individuos que le veían como un profeta de su singularidad, como el protavoz destinado a darles la palabra. En sus cuadernos, Fellini anotó y recortó fotografías de muchos de ellos:
Giacinta, una bailarina à serpents, buena cocinera, con alto nivel de lengua árabe, le ofrece su colaboración.
Alguien que repéntinamente ha recibido la iluminación de que es la actriz ideale pide a Fellini que se ponga en contacto.
4. Por último, un curioso parecido. Es sabido que Fellini a su llegada a Roma a finales de los años cuarenta trabajó como caricaturista. En una entrevista cuenta que un amigo suyo se inventó una pasta que extendida sobre un disco permitía grabar la voz de los soldados americanos en Roma. El negocio consistía en que Fellini les dibujaba un retrato y ellos mandaban además a sus casas un saludo grabado en el disco. El problema era que la pasta resistía solo una audición y después se echaba a perder, de forma que si al soldado se le ocurría escuchar su voz antes de ir a Correos a mandar el paquete la grabación desaparecía y las reclamaciones, incluso violentas, arreciaban. Ugo Pirro, novelista, guionista y director italiano, publicó en 1983 una especie de novela histórica, Celluloide, donde recrea la elaboración de una de las obras maestras del neorrealismo, Roma, cittá aperta, en la que, como es sabido, acabó por colaborar el de Rimini. Así es como Pirro retrata al Fellini de aquellos años:
Pirro, Ugo, Celuloide, Ediciones libertarias, 1990, p., 190-192. Esta edición en español resulta hoy inencontrable en el mercado. Seguramente, el libro merece una reedición.
Un fragmento de la adaptación cinematográfica que C. Lizzani hizo en 1996 de la novela de Pirro. Se trata de una escena en la que Rossellini busca financiación para su película:
Volviendo a la exposición de CaixaForum, sorprende encontrar la caricatura que Fellini hizo de unos de sus amigos de aquellos años. Pero sorprende todavía más el parecido del retratado con un político español que no dudo sabrán Vds. identificar:
Comme de longs échos qui de loin se confondent
Dans une ténébreuse et profonde unité,
Vaste comme la nuit et comme la clarté,
Les parfums, les couleurs et les sons se répondent (Baudelaire).
Fotograma de la entrevista el comisario de la expo en el que se reproduce una imagen conocida de La dolce vita.