(Reseña sobre la biografía de Caballé y Rolón dedicada a C. Laforet: C. Laforet, la esfinge con secretos. A. Caballe e I. Rolón descifran las formas de una nube)
Leo la reseña que hace R. Montero hoy en Babelia sobre la biografía que A. Caballé y I. Rolón han dedicado a Carmen Laforet (Carmen Laforet, una mujer en fuga, BRA, Barcelona, 2010, 32 euros - http://www.elpais.com/articulo/portada/miedo/gloria/elpepuculbab/20100529elpbabpor_6/Tes) y me parece todo muy interesante, casi más que las obras de Laforet en sí mismas.
Pero no es eso lo que quiero señalar en esta entrada. En lo que estoy pensando es en un criterio de valoración que no he visto nunca utilizado por ningún crítico de forma habitual a la hora de juzgar una novedad. Me refiero al precio del libro. Ya sé que valor y precio son cosas distintas y supongo que a la hora de fijar el precio el autor tiene poco que decir. No obstante, en cuanto objeto de consumo y por lo que se refiere a su recepción, el precio de un libro es algo de suma importancia. Por ejemplo, en mi caso, el factor que anula el impulso inicial a comprar este volumen son los 32 que cuesta. No sé cómo llevará R. Montero el tema precios, seguramente la editorial le habrá ofrecido gentilmente la biografía, pero quizá en el código deontológico de los críticos debería figurar la compra de su bolsillo de los libros que reseñan para que así se igualaran al lector común, en un condicionamiento en el que seguramente la igualación resulta interesante. Tarde o temprano, el comprador de un libro se plantea si la compra estaba justificada en términos de euros bien, mal o regularmente empleados. Casi todos los objetos o actividades que aparecen valorados en la prensa lo son en términos de relación calidad/precio, algo que deberían incluir las reseñas de libros como resumen último de la valoración, medida ideal, metro de platino iridiado, que diría Chirbes. Porque los trozos de verdad o belleza que atesoran algunos libros tienen su precio.
Asumo en este caso mi frustración por la decisión de no adquirir la biografía de Laforet, pero propongo a quien esté interesado una especie de desquite, consistente en la lectura de otro interesantísimo volumen de A. Caballé que apareció en 2004 y no tuvo el eco mediático que en mi opinión se merecía. Además, el libro se puede comprar en las librerías de viejo a unos 7 euros. Eso fue lo que me costó a mi en el establecimiento que hay en la calle Fuente del Berro de Madrid -antes en D. Ramón de la Cruz (http://madrid.salir.com/libreria_mireya). Helo aquí:
Caballé, Anna, Francisco Umbral. El frío de una vida, Espasa Hoy, Madrid, 2004.
Se trata de una documentada biografía interpretativa de la vida de F. Umbral, uno se los señores de las letras españolas con mando efectivo en Madrid. Caballé, además, entre la compasión por la dificilísima peripecia vital del biografiado y su desprecio por la inhumanidad de algunos de sus comportamientos, acaba decantándose por la antipatía, lo cual,como no podía ser menos, no ciega sus entendederas a la hora de valorar los logros literarios de Umbral. Los resabios críticos de Caballé, además de deberse a criterios éticos generales, tienen ciertos tintes feministas, lo cual dota a la obra de mayor interés, en la medida en la que la relación de Umbral con el otro sexo juega un papel primordial en la construcción y desarrollo de un personaje tan simple como complejo, tan burdo como delicado por momentos.
Un breve fragmento de tono crítico sobre Las ninfas y, en general, sobre el oficio de novelista de Umbral:
p., 268
Anna Caballé, la autora de la biografía, leyó la entrada anterior y escribió el siguiente comentario, que, agradecido, rescato de la pestaña correspondiente. Donde estaba había penumbra y para dar la luz había que clicar en el enlace correspondiente, aquí vivirá expuesto a la intemperie. Espero que algún internauta distraído lo visite y le deje buen sabor de boca confesional:
"Gracias por recordar aquí El frío de una vida, mi biografía de Francisco Umbral. Sí fue un ejercicio difícil, entre la admiración por su estilo y el alcance confesional de muchas páginas, por un lado, y el empobrecedor y misógino casticismo por el otro. Yo quería que el libro reflejara esa tensión.
En cuanto al precio de la biografía de Laforet, ni Vd. ni yo podemos hacer nada. Lo siento"