Hace poco, Helena Bonham Carter, la mujer de T. Burton, dice que ella y él, que comparten casa junto con sus dos hijos en el norte de Londres, en realidad viven en dos alas distintas de la mansión. En la de ella, adosada a su vez a un tercer edificio destinado a los niños y la niñera, reina un ambiente cálido y relajado; en la de él, siempre según ella, reinan los neones, los motivos gótico macabros que caracterizan su obra y una especie de permanente sensación de escalofrío(http://www.elpais.com/articulo/agenda/Burton/Bonham/Carter/regimen/territorios/separados/elpepuage/20100315elpepiage_2/Tes). A mí, en el fondo, Burton me resulta un tierno reprimido con muy buen gusto estético. Así es que no sé qué diría yo si viera ese ambiente cálido y acogedor del ala materna de la mansión. Quizá me pondría los pelos de punta, pero vamos a dar por buena la versión de la señora de la casa, sobre todo porque tiene elementos que hacen pensar en que hay una interesante trama rebequesca detrás del asunto.
No veo en absoluto que sean cosas contradictorias, pero parece ser que Burton no se tiene a sí mismo por un gran artista, sino que aprecia en particular su faceta de bricoleador (http://cinema.blog.lemonde.fr/2010/03/16/les-bricolages-de-tim-burton-exposes-au-moma/#xtor=RSS-32280322). Hay que imaginar toda la tribu culteranamente monstruosa de muñecos y utensilios que debe poblar su parte de la casa museo londinense como fruto de sus excelentes trabajos manuales, quizá más íntimos y delicados, si es posible, que los que presenta en sus películas. Burton sería, así, una mezcla de doctor Bacterio de los ingenios macabros y de R. Gómez de la Serna decorando su despacho. Dice de sí mismo que de pequeño se sentía un inadaptado (http://www.elpais.com/articulo/cultura/Tim/Burton/pais/pesadillas/elpepuage/20100322elpepucul_7/Tes), una sensación que parece ser que ha querido que también transmitiera su recreación de Alicia… A juzgar por el éxito que cosecha con sus obras, esa inadaptación debe ser un fenómeno muy común. La parodia que le hicieron en la Hora chanante juega con esa imagen algo autocomplaciente con su diversidad (Entrevista en inglés: http://www.youtube.com/watch?v=mANsedYvsBs):
T. Burton es uno de esos raros casos en los que se produce un matrimonio feliz entre el éxito comercial y la originalidad de un producto. Que el MOMA le esté dedicando una exposición no deja de ser revelador del fenómeno.(http://www.moma.org/interactives/exhibitions/2009/timburton/)
Tim Burton. Untitled (Cartoons). 1980–86. Pencil on paper, 13 x 16” (33 x 40.6 cm). Private collection. © 2010 Tim Burton
Una de las obras de la expo del MOMA (http://www.moma.org/visit/calendar/exhibitions/313)
Es algo parecido a lo que hacen programas de televisión como El hormiguero. Cuando algún cantante o actor va a sacar un disco o estrenar una peli le llevan como invitado al programa. Pues lo mismo ha hecho el MOMA con Burton y Alicia, en esa sospechosa confabulación entre lo público y lo privado a la que ya nos hemos acostumbrado demasiado como para que nos mosquee.
Pero en el caso de Alicia… mucho me temo que Burton habrá fagocitado un obra casi imposible de traducir a otros idiomas distintos del original, aunque el otro idioma sea el cinematográfico, porque en el caso de la obra de Carroll el lenguaje es un medio, pero sobre todo es un fin en sí mismo, el fruto de otro bricoleador inimitable. La Alicia... de Burton será estupenda, seguramente, pero no tendrá mucho que ver con el pequeño gran libro en el que se basa y en el que se puede estudiar, como en un buen manual educativo, mucho del saber libresco, latín y griego incluido, y aún más del saber vital, laughing and grief.
El sito web de Burton: http://www.timburton.com/