Entrada:
Réplica del camarote del director:
Detalle del camarote:
Detallazo del camarote:
Vitrina:
Detalle de la vitrina:
Formulario:
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No lejos de Averly cayeron los edificios anexos a la estación de El Portillo:
You wanna be americano by Sofia Loren
For a pocketful of numbles
Such are promises (P. Simon)
Dentro de la campaña de promoción de Italia en los Estados Unidos, se expone en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York El boxeador, escultura helenística datada entre el IV y el II siglo a.C. Hallada en 1885 en las estribaciones del Quirinale, provenie del Museo nazionale romano.
Leo en la cara de este púgil una interrogación que cuestiona la injusticia, un giro de cabeza que expresa su deseo de no ser retratado, de que no le usen para fines espurios, una especie de déjame en paz, que bastante tengo con ser un profesional a mi pesar. No es Ulises ciego, como pensé cuando la vi por primera vez, sus manos y las cuerdas del brazo lo dejan bien claro, es luchador de otro tipo, anónimo, pero igualmente expresivo en su mezcla de desafío y desdén. Pero la cultura patrocinada es voraz y no respeta nada, ni el alma de los muertos.
Sombras le avisaron/ que no se fuese/y le aconsejaron/ que se volviese
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Pero yo iré
entregando a los sapos mi mordido clavel.Pero tu vendrás
por las turbias cloacas de la oscuridad (FGL)
Google dedica hoy su doodle a un curioso aniversario, los 115 años de la muerte de F. García Lorca. Aprovecho la peregrina ocasión y me caprichosamente adelanto al próximo septuagésimo nono aniversario de su muerte a través de los diarios de su amigo Morla Lynch.
Quizá fue la madrugada día 17 de agosto de 1936 cuando asesinaron a a balazos a García Lorca en una especie de remedo de un fusilamiento militar; quizá fue el 19, como sostienen la mayoría de estudiosos. Lo cierto es que la noticia no llegó a la prensa madrileña hasta pasados unos días. Las referencias que aparecen en las entradas de los diarios de Morla Lynch tal vez sean un buen ejemplo de hasta qué punto el asesinato del poeta granadino fue una suerte de patata caliente informativa para el bando rebelde, que temía la reacción internacional de condena.
Así es como Carlos Morla Lynch, uno de sus grandes amigos en Madrid, recuerda cómo forma se enteró de lo ocurrido:
1º de Septiembre (1936)
…En la plaza mayor, que, como el resto de la ciudad, se halla llena de milicianos me limpio los zapatos para darle de ganar algunas “perras” al último limpiabotas “que todavía arrastra su cajón de un lado al otro”.
Pasan corriendo, dando voces varios chavales vendedores de periódicos:
¡¡¡Federico García Lorca!!! ¡¡¡Federico García Lorca!!! ¡¡¡Fusilado en Granada!!! (p. 542)
MORLA LYNCH, CARLOS
ISBN: 9788484723929
Editorial: RENACIMIENTO
Encuadernación: TELA
Nº Páginas: 600
En el segundo volumen de los diarios de Morla Lynch también aparece una anotación del 1º de septiembre, pero distinta de la que aparece en el primer volumen. En el segundo volumen, el diplomático chileno escribe que “los periódicos publican la noticia no confirmada de que FGL habría sido fusilado por los rebeldes en Córdoba” (p. 61). Como quiera que sea, en su círculo de amigos, lo ocurrido no estaba claro. El mismo M. Lynch, en una anotación de unos días después (8 de sept. Primer volumen, p. 534) da cuenta de una llamada de M. Altolaguirre en la que desmiente la muerte del poeta granadino: “Más tarde llama Manolito Altolaguirre, que, a su vez, desmiente, la noticia. Él sabe que Federico se halla en sitio seguro. también lo sabe su hermana Isabelita. Debe ser así”. (p.543). Sin embargo, el 7 de sept. (Segundo volumen, p. 65) cuenta cómo “En Molinero, a las ocho, me hago servir un chocolate y, mientras lo saboreo, leo en los periódicos “la confirmación del fusilamiento de FGL”. A continuación, da un versión parecida a la que aparece en el primer volumen y a la que nos hemos referido antes: “…En casa tuenen todos los periódicos. El origen de la noticia parece vago, pero a mí me ha quitado el apetito. más tarde me llama Manolín Altolaguirre y me desmiente la noticia. Él sabe que Federico se encuentra en sitio seguro. (Segundo volumen, p. 66).
Por fin, el 18 de septiembre, Lynch parece asimilar la noticia:
Me parece escuchar su voz de aquella noche, que era –sin sospecharlo- la última vez que le oía: “Yo soy del partido de los pobres…, pero de los pobres buenos”. Y diríase que esa voz, de pronto, adquiriera un tono más festivo: “¿Te gusta España?”. Una convulsión escalofriante me sacude entero. Me cubro el rostro con las dos manos. (Primer volumen, p. 544)
Corominas, Joan, Gredos, 2008, 1ª ed., 1961, Breve diccionario etimológico de la lengua castellana:
diputado, hacia 1440. Participio del verbo hoy algo anticuado diputar, s. XIV, “reputar, tener por”, “elegir a un individuo como representante de una colectividad”, del lat. deputare “evaluar, estimar”, y en la baja época “asignar, destinar”.
“Desde 1970 más o menos, se ha propagado una visión bastante mezquina a la que se le ha permitido tomar el rumbo del planeta, una visión de los seres humanos como máquinas encaminadas al beneficio individual y de la actividad económica como un combate de todos contra todos para quedarse un botín material…
En consecuencia, se ha impuesto una visión degenerada de lo que constituye la vida política, y a su vez esa noción ha generado una visión llena de desprecio de lo que constituye la praxis política. Así, los políticos mismos que no han hecho nada para contrarrestar la visión mezquina de la vida social experimentan la furia y el desprecio, el desprecio furioso, de unos votantes que los ven como poco más que máquinas encaminadas al beneficio personal. La palabra “confianza” ha perdido todo su poder. Si hoy día un político pronunciara sobre un estrado público las palabras “os pido que confiéis en mí”, se reirían de él, da igual que las dijera con sinceridad”.
J.M. Coetzee ( J.M. Coetzee y P. Auster, Aquí y ahora, Cartas 2008-2011, Anagrama-Mondadori, 2012, trad. B. Gómez y J. Calvo, p.207.)