viernes, 1 de febrero de 2013

Un viaje en grupo y en solitario. La exposición de mayo en el paredondehelarte. Las fotos de los alumnos de la E.O.I que fueron a Londres en diciembre de 2012.



Go where we may, rest where we will,
Eternal London haunts us still (Tom More)
Trad.: Vayamos donde podamos, descansemos donde queramos/El Londres eterno nos perseguirá

«Entonces se me presentó la visión de una gran ciudad, de una monstruosa ciudad más poblada que algunos continentes e indiferente gracias a su artificial poder  a las sonrisas o escalofríos de los cielos; una cruel devoradora de la luz del mundo. Allí había espacio suficiente para situar cualquier historia, la profundidad para cualquier pasión, toda la variedad posible para cualquier argu­mento, la bastante oscuridad como para enterrar cinco millones de vidas. De manera irresistible la ciudad se convirtió en el fundamento para el siguien­te período de profundas e insinuantes meditaciones. Interminables vistas se abrían ante mí en varias direcciones. ¡Se precisarían años para encontrar el camino correcto!» (Joseph Conrad, 1920, prólogo a la segunda edición de The secret agent. La cita está sacada de Benet, Juan,  Londres victoriano, Planeta, 1989, p. 152. No sería de extrañar que la traducción fuera del propio Benet)

And every character of form and face:
The Swede, the Russian; from the genial south,
The Frenchman and the Spaniard; from remote
America, the Hunter-Indian; Moors,
Malays, Lascars, the Tartar and Chinese,
And Negro Ladies in white muslin gowns (Wordswoth)

Trad.: Toda clase de formas y rostros:/El sueco, el ruso; del sur genial,/El francés y el español; de la remota/América, el indio cazador; árabes/Malasios, láscaros, tártaros y chinos,/Y señoras negras con vestidos blancos de muselina.


Entre los días 12 y 16 del pasado mes de diciembre, un grupo de estudiantes de distintos cursos de inglés, acompañados por la profesora Ana Meléndez, realizó un viaje a Londres. Los participantes fueron advertidos de que se celebraría un concurso fotográfico con las instantáneas tomadas durante el viaje. Celebrado el concurso y otorgados los premios correspondientes, en este mes de mayo se expone en el paredondehelarte de nuestra escuela un buen número de las fotos presentadas a concurso. Además, una de las alumnas viajera escribió un texto en el que glosa la expedición maña a Londres. A continuación puedes leerlo y ver algunas de las fotos expuestas y alguna otra que no llegó a imprimirse en papel:


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El texto de Rosa Piquer (1º de avanzado de inglés):

... han pasado siete días de nuestro viaje y sigo ensimismada, incluso con lo que no llegué a ver.
Lo primero que me traspasó fue  el  cielo "a lo Turner" del atardecer cuando llegamos. Al día siguiente, St James Park "a lo Constable". Por la noche, cerca del Big Ben,  en una esquina, asomaba Sherlock Holmes  y en otra, tal vez cerca de los Docks, se escondían los personajes de Dickens. En un rincón, una catedral me transportaba a la Edad Media mientras detrás de sus torres asomaba un imperio de cristal y luces recordando nuestro siglo XXI.
Montones de personajes, libros, películas e  historias se retorcían dentro de mi como queriendo aflorar y me producía cierta desazón no poder ordenarlas en mi mente, como las calles se ordenaban en mi plano roto, que, sin embargo,  ha resultado ser un faro perfecto para caminar por ese Londres, testigo de tantos acuerdos y desacuerdos, de paces y de guerras, de lords y de pueblo. La Historia con mayúsculas tiene esos contrastes.
Londres es mucho más,  es la ciudad escaparate del progreso humano, es una reserva del conocimiento desde la prehistoria a nuestros días, la tecnología se alía con la mitología en la plaza de Picadilly  Circus, no se puede pedir más.
Todo lo grande que me sentí desde el London Eye, con el imperio a mis pies, me sentí de diminuta ante cada pieza de museo, ante cada máquina, cuadro, invento, etc... que hemos visto. ¡Ah, por cierto! ¡Dios salve a la Reina mucho tiempo, a nuestra Queen del Dominium Theatre, porque el musical fue un sueño cumplido!
En "mi viaje" mi mente ha andado por estos derroteros y lo he disfrutado muchísimo.
En " nuestro viaje" he disfrutado mucho con todos, hemos reído mucho, y también llorado. Hemos aprendido cosas todos y hemos recordado algo que a veces en nuestra vida de adultos se nos olvida y de repente se hace patente en un viaje: la fuerza del grupo y lo bonito que es...


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Así ha quedado la exposición:

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La foto ganadora del concurso:
Autor: Alejandro Pina:
 
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A visionary scene-a length of street
laid open in its morning quietness,
Deep, hollow, unobstructed, vacant, smooth …(Wordswoth)
(Una escena visionaria, un tramo de calle/Expuesto a un sosiego de mañana,/Insondable, hueco, vacio, llano…)

Segundo premio:
Autora: Lola Almudí:

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Otras fotos:
Alejandro Pina:

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Lola Almudí:

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Clara Valtueña:

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Martín Insausti:

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miércoles, 30 de enero de 2013

Como una ola de 27 metros de altura, de espuma blanca y rumor de caracolas.

Portogallo, un martedì da leoni sulle coste di Nazarè



…como una ola,/de espuma blanca/ y rumor de caracolas/como una ola…/Fui tan feliz en tus brazos/ fui tan feliz en tu puerto (J.L. Armenteros-P. Herrero).
Montar una ola, desde que la ves venir, dudas, decides que vale la pena, vas a por ella, te colocas y notas cada vez con mayor seguridad que es buena, que va a romper como debe, que te vas a largar hasta la orilla con ella… montar una ola  es una dicha suprema y en mi tiene el recuerdo de las playas de Villahormes, donde con mi amigo Benito, sobre una colchoneta hinchable, hacíamos un body surf rudimentario...hasta que, como el amor a Rocío Jurado , se nos rompió de tanto usarla, se nos quedó en las manos un buen día. El roce con la arena de la orilla, sobre la que acabábamos encallando con las mejores olas, las que nos llevaban hasta el final, hasta donde  no quedaba agua, fue desgastándola y de repente de desinfló, como un perro que, de la noche a la mañana, deja de correr. Fue el final de la infancia tardía o de la primera adolescencia, no sé, pero fue el final, desde luego, del paraíso.
En ese mismo paraíso, ajeno al exterior, es donde vive el surfista Garret Mcnamara , la figura que en el centro de la foto va dejando una estela luminosa. Dicen los realistas que la ola tenía 27 metros de alto, otros la suben hasta los 30 y ya quieren que figure en los libros de records, con ese afán de numerizarlo todo, de codificar el placer hasta convertirlo en deporte, en publicidad. Lo cierto es que en las costas de Nazaré en la Estremadura portuguesa, Adán ensimismado se deslizó sin parar mientes en que al final de la ola se acababa el paraíso, aunque quedaba el recuerdo, la emoción ligada al recuerdo, que es la que tarde o temprano lo falsifica, pero lo mantiene vivo en el reino de este mundo.

Playa de la Huelga (Villahormes) (Fuente de la foto)