¡Qué lejos estoy contigo,
qué cerca cuando te vas! (F.G.L.)
Esta canción tiene algo que hace que guste a todos, al
morrofino (morroputa, dijo alguien en
clase un día. No soy aragonés y estas cosas me hacen gracia)
y al tragaldabas, a la niñas en despedida de fin de curso y a los osos moteros,
por lo menos en España. Cantada por Celentano, surte el mismo efecto que alguna gran película clásica,
sobre la que alguien, sorprendido después de verla, comenta pues la verdad es que está bien, sin saber que detrás se
esconde Hammett, Chandler, L. Hellman o D. Trumbo. Muchos creen que el texto es, en efecto, de Celentano. Hasta E. González, el estupendo ex periodista de El País que fue
corresponsal en Roma, se la atribuyó en una columna. Pero este
prodigio de delicadeza, con tanta intensidad lírica y tan alusiva pero
elaborada trama narrativa, un dechado de equilibrio entre fuerzas
centrípetas y centrífugas, no podía ser suyo. Celentano es buen compositor,
pero juega en una división inferior.
La canción trata de la desidia, la acidia (véase Tomás de
Aquino, uno de sus grandes tratadistas), la abulia, la profunda y la que
produce el verano, el calor, las tardes sin nubes y senza fine, sin casi distraccioneso pura distracción, la gente que da la lata.
Se me cruzan dos cosas en la cabeza, pero prefiero dejarlas cruzadas, el
asesinato por calor de El extranjero
y los microrrelatos de los Crímenes ejemplares, de M.
Aub, y se me ocurre un la mató porque hacía calor. Pero ni eso,
en Azzurro no hay un gramo de pasión, de sudor compartido. El
protagonista apenas observa la realidad, solo recuerda, añora su juventud en la
parroquia, tiene tibias ganas de compañía, evoca a la ausente a través de lo
que a ella le gusta, las plantas. Si, es verdad, se siente desinflado sin ella,
pero cuanto más quiere verla más se da cuenta de que sus deseos y su propia
forma de ser son dos vagones que hacen el mismo recorrido en sentido contrario.
Es una enfermedad moral la suya. Un avión le hace caer en la cuenta de que
existen los medios de transporte, que puede estar con ella, tal vez de veraneo, en unas horas. Pero
se marcha al parque, África, como cuando era niño, otra patria imposible. Y la
recuerda de nuevo, tibiamente feliz en la distancia, agobiado por la gente, como un frío trovador que prefiere el amor de lejos, de lonh al de cerca: El gozo me vendrá cuando le pida,/por amor de Dios, el amor de lejos.
La vieja versión de Celentano, que parece un mafioso de la
familia Monster más que de los Soprano, es magnífica. El videoclip, un
modelo de realización de bajo coste. Se ve el sol, los tejados, el local
de la parroquia, las adelfas, el baobab, la regadera. Menos es más:
Letra:
Cerco l'estate
tutto l'anno e all'improvviso eccola qua.
Lei è partita per le spiagge e sono solo quassù in città,
sento fischiare sopra i tetti un aeroplano che se ne va.
Azzurro, il pomeriggio è troppo azzurro e lungo per me.
Mi accorgo di non avere più risorse, senza di te,
e allora io quasi quasi prendo il treno e vengo, vengo da te,
ma il treno dei desideri nei miei pensieri all'incontrario va.
Sembra quand'ero all'oratorio, con tanto sole, tanti anni fa.
Quelle domeniche da solo in un cortile, a passeggiar...
ora mi annoio più di allora,neanche un prete per chiacchierar...
Azzurro, il pomeriggio è troppo azzurro e lungo per me.
Mi accorgo di non avere più risorse, senza di te,
e allora io quasi quasi prendo il treno e vengo, vengo da te,
ma il treno dei desideri nei miei pensieri all'incontrario va.
Cerco un pò d'Africa in giardino, tra l'oleandro e il baobab,
come facevo da bambino, ma qui c'è gente, non si può più,
stanno innaffiando le tue rose, non c'è il leone, chissà dov'è...
Azzurro, il pomeriggio è troppo azzurro e lungo per me.
Mi accorgo di non avere più risorse, senza di te, e allora
io quasi quasi prendo il treno e vengo, vengo da te,
ma il treno dei desideri nei miei pensieri all'incontrario va.
sento fischiare sopra i tetti un aeroplano che se ne va.
Azzurro, il pomeriggio è troppo azzurro e lungo per me.
Mi accorgo di non avere più risorse, senza di te,
e allora io quasi quasi prendo il treno e vengo, vengo da te,
ma il treno dei desideri nei miei pensieri all'incontrario va.
Sembra quand'ero all'oratorio, con tanto sole, tanti anni fa.
Quelle domeniche da solo in un cortile, a passeggiar...
ora mi annoio più di allora,neanche un prete per chiacchierar...
Azzurro, il pomeriggio è troppo azzurro e lungo per me.
Mi accorgo di non avere più risorse, senza di te,
e allora io quasi quasi prendo il treno e vengo, vengo da te,
ma il treno dei desideri nei miei pensieri all'incontrario va.
Cerco un pò d'Africa in giardino, tra l'oleandro e il baobab,
come facevo da bambino, ma qui c'è gente, non si può più,
stanno innaffiando le tue rose, non c'è il leone, chissà dov'è...
Azzurro, il pomeriggio è troppo azzurro e lungo per me.
Mi accorgo di non avere più risorse, senza di te, e allora
io quasi quasi prendo il treno e vengo, vengo da te,
ma il treno dei desideri nei miei pensieri all'incontrario va.
Versión:
Busco el verano por todos sitios y de repente ya está aquí.
Ella se ha ido a la playa y yo estoy sólo en la ciudad. Por encima de los
tejados oigo el ruido de un avión que se aleja. Azul, la tarde es
demasiado larga y azul para mí. Me doy cuenta de que sin ti estoy vacio y
entonces me entran ganas de ir a buscarte, pero el tren de los deseos y yo
vamos en dirección contraria. Es como cuando iba a la parroquia, con tanto sol, hace muchos años. Aquellos domingos, sólo, paseando por el patio. Ahora me
aburro más que entonces, ni siquiera hay un cura para hablar de algo. Me doy cuenta
de que sin ti estoy vacío y entonces me entran ganas de ir a buscarte, pero
el tren de los deseos y yo vamos en dirección contraria. Busco un trozo de
África en el parque, entre la adelfa y el baobab, como hacía de niño,
pero hay gente, aquí no hay quien aguante. Están regando tus rosas, se
han llevado el león, quién sabe dónde. Azul, la tarde es demasiado larga y azul para mí. Me doy cuenta de que sin ti estoy vacío y entonces me entran
ganas de ir a buscarte, pero el tren de los deseos y yo vamos en dirección
contraria.
Azul, la tarde es demasiado larga y clara para mí.
La versión del autor:
Luis Aguilé, o no entendió nada o
lo entendió todo y decidió cambiarlo. Versión eternal flame, en lugar de eterna desgana:
J. Urrutia se cortó un pelo al cantar la canción, pero
tampoco me parece que encontrara el tono justo. Me gusta, sin embargo, la
versión, porque los arreglos me recuerdan a mi grupo favorito zaragozano, ese
trío ambulante de órgano, pandereta y cabra que, aunque no se prodigaba, a veces
me endulzaba las mañanas cuando vivía en Alfonso. Un día memorable de lluvia y arco iris vinieron a Kassan. Tocaron
solo para mí y mi perro que, algo inquieto, quería saltar el cordón de
seguridad para besar a la cabra.
Algún enlace:
Versión jazz, con el motivo tan diluido que cuando vuelve te
llevas un susto:http://www.youtube.com/watch?v=ikfUtIdh0gs
Increíble versión de Celentano para karaoke, en italiano
aljamiado con buena voluntad y escaso conocimiento. Como transcripción fonética, todo son desperdicios: