viernes, 31 de octubre de 2014

Guauween. Cómo dejar de ser un puto perro.

Adivinanza que  “los niños desarrapados le propusieron a Homero cuando vagaba por los barrios bajos de Mitilene, según se cuenta en una de las vidas apócrifas del poeta”: Ahora que he pasado/soy lo que no era,/y cuando estoy pasando/no soy lo que soy (A. G. Calvo, Del ritmo del lenguaje, La gaya ciencia, 1975)

¡Cómo  odio las gilipolleces u horteradas como estas! La manía de no dejar en paz a los perros, que bastante tienen con arrastrar ese estatuto suyo a mitad de camino entre la fiera corrupia y los seres racionales. Lo explica muy bien Grenier parafraseando a Sartre, casi ya solo conocido por su renuncia al Nobel:

“…porque Sartre no se equivoca, la frecuentación demasiado cercana del hombre hace desdichado al animal doméstico. Pasa todo el tiempo observando a su dueño, para saber qué va a hacer con él. Cualquier cosa es un signo: toser, mirar el reloj, apagar el televisor. No hay gesto inocente. Cada minuto aporta su ración de angustia” (Grenier, Roger, La dificultad de ser perro, Alba editorial, 2001, trad. Juana Bignozzi, p. 48).

Y sin embargo no puedo dejar de apreciar cierto gusto en alguno de los disfraces, cierta capacidad para subrayar el aire desvalido o enfurruñado de alguno de estos perros. Y es que hay algo en los seres vivos, plantas incluidas, por supuesto, que muestra querencia por la metamorfosis, una fuerza que tiende a desdibujar las identidades, a ver rasgos de otras especies en cada uno de nosotros , una añoranza holística de unidad. Si la vida nos concede un margen de diferenciación limitada, la muerte, que al cabo es lo que está en juego estos días de todos los santos, Halloween o de los muertos, nos iguala, no solo con el resto de los hombres, sino con cualquier ser vivo.

(Fuente de las fotos)

miércoles, 29 de octubre de 2014

¿Por qué siempre decir Jalogüín? Porque es más fácil decir Jalogüín que decir “día de los muertos”.

¿Por qué decimos jau?/¿Por qué decimos  jau?/ Porque es más fácil decir jau, que decir cómo has estao… (Peter Pan, W. Disney)

Versión original: Why does he ask you, "How?"
Why does he ask you, "How?"… (Peter Pan, W. Disney)

Pues eso, que Halloween tiene toda la maldita gracia de lo que no se sabe bien qué es, como Japón, tan de moda entre los que nunca han estado allí,  o España para algunos románticos que no habían pisado el suelo patrio y veían bandidos y manolas por doquier. Además, con cuatro ideas básicas, de esas que se aprenden en las clases de idiomas, uno ya sabe lo bastante de Jalogüín o de lo que haga falta. Todo, con tal de tratar a los muertos de perfil, no vaya a ser que digan, déjate de paridas, a la mierda las calabazas, que yo quiero los crisantemos de siempre y un paseo bordeado de cipreses. A mí también me cuesta recordarlos y, sobre todo, si pienso en Ella, a morte, me da pavor calcular las veces que seguramente me va a pasar cerca en los próximos años sub specie de enfermedad, atropello del tranvía, caída un poco tonta o adelantamiento indebido con el coche.

Muertos más cómodos de recordar son los muñecos que un día tuvimos. Tal vez no sea casualidad que me encuentre estos días que huelen a ceniza con una galería de fotos llamada "Much Loved", del fotógrafo irlandés Mark Nixon. Se trata de viejos peluches que merecerían un orfanato, como dice Tom Waits de las bicicletas en desuso. Los miro buscando encontrar en sus ojos cuál algún parecido con el muñeco que un buen día enterré en un armario y del que no me volví a acordar, al que tanto quise y después abandoné, listo para dejar la infancia atrás. No lo encuentro por ningún sitio, pero hay algo que me ablanda en esos tejidos que han soportado mal  el trajín de la lavadora, costuras que han acabado cediendo ante tanto tirón, brazos que acabaron en casa del vecino. Otros días sí, pero hoy no queda nada de los muertos, parientes, amigos héroe de tebeo, presentadores de televisión, cantantes favoritos, que  lleva a sus espaldas ese, este, niño que llevamos, llevo dentro, muerto él mismo, salvo cuando asoma la cabeza al trasluz de algún recuerdo..

Quei vecchi peluche tanto amati, la raccolta del fotografo Nixon

Quei vecchi peluche tanto amati, la raccolta del fotografo Nixon

Quei vecchi peluche tanto amati, la raccolta del fotografo Nixon

Pero, ya que estamos en vena de disfraces y ocurrencias, de yoes añadidos, postizos o anhelados, he aquí unas fotos de las posibilidades que da jalogüín, muchas más, seguramente que el día de los muertos. se me ocurre, por ejemplo que a un niño se le puede bautizar Jalogüín. Seguro que a más de uno le parecía un nombre como cualquier otro, cosa imposible si el al bebé le quisiéramos llamar Díadelosmuertos.

(Fuente de las fotos)

Halloween d'altri tempi: quei travestimenti dal passato

Halloween d'altri tempi: quei travestimenti dal passato

Halloween d'altri tempi: quei travestimenti dal passato

Halloween d'altri tempi: quei travestimenti dal passato

Halloween d'altri tempi: quei travestimenti dal passato

Halloween d'altri tempi: quei travestimenti dal passato

La santa patrona de la movida. No te cortes, tía. Collage de circo (IV)

El bello durmiente. Collage de circo(I)

La mujer barbuda. Collage de circo (II)

Forzudos y chuletas. Collage de circo (III)

¿Vengo yo del mono? Collage de circo (V)

IMGP4319