sábado, 31 de marzo de 2012

¿De raza le viene al oso?

Hay familias en las que la hermosura no está en absoluto repartida. Por ejemplo, en el caso de Rocco y sus hermanos, la película de Visconti, casi todo lo bueno y bello se lo quedó Alain Delon; en el caso de los Karamazov, había exceso de humores, pero cada una de las virtudes o de las  taras, casi en estado puro, se la llevó un solo hermano; entre el Sueco y su hermano pequeño, de la Pastoral americana (Ph. Roth), la donosura estaba también muy mal repartida; entre Natasha y Sonia, de Guerra y Paz, ídem de ídem, pero es que  la injusticia poética en este caso era casi obligada, porque las dos jóvenes, en realidad, no son hermanas. La menos atractiva, Sonia, es la adoptada.

En la realidad, supongo que hay variantes de todo tipo. Desde esencias de perfume o miasmas concentradas en un solo miembro, hasta aguas de toilette que se tienen que repartir tres o cuatro.  A mi por ejemplo, me tocaron una manos que nunca fueron de mi agrado, pero las de mis hermanos me evocan los conciertos de piano románticos. En otros capítulos, gracias a mamá naturaleza, no me considero desafortunado. Ya veremos cómo se comporta el fondo de armario genético cuando, pronto ya, el aspecto deje casi de contar y pasen a primer término las insidias de la edad.

Todo lo anterior viene a penas a cuento para presentar a la hermosa Anori, hermana del  bello Knut, la anterior estrella del zoo berlinés de Wuppertal. Si el recientemente fallecido Knut era simpático además de guapo, Anori no le va a la zaga. Ya sé que a nadie le huelen sus pedos, ni siquiera en el ascensor, ni le parecen sus hijos feos, pero es que, en este caso, no habrá humano que no esté  de acuerdo en que mamá osa puede gritar a los cuatro vientos lo orgullosa y feliz que se siente de su hija. A menos que la vea un poco rarita, pues si no fuera por el porte de las patas y el hocico, más parecería un corderico de Semana santa que un cachorro de temible ursus maritimus.

(Fuente de las fotos)

Anori, la sorella dell'orsetto Knut nuova star dello zoo tedesco

Anori, la sorella dell'orsetto Knut nuova star dello zoo tedesco

Anori, la sorella dell'orsetto Knut nuova star dello zoo tedesco

Anori, la sorella dell'orsetto Knut nuova star dello zoo tedesco

El deseo sale de paseo. Reedición de entradas por vacaciones.

Quizá las posturas del amor, el baile de los cuerpos entrelazados, los modos de estar unidos, tengan que ver con imperativos (la primera función del lenguaje, apelativa o conativa, en el esquema de Jakobson) sigue, vuelve, gira, quita, quiere, coge, con palabras como debajo, encima, juntos, contra, al lado. Es lo que parecen sugerir los títulos que Claire Streetart da a los estilizados graffiti de su serie Duetto X, gratos espejismos del atardecer para el paseante urbano que al acercarse descubre desilusionado que se trata solo de ficción bidimensional. Hay en las figuras, más allá del pequeño sofoco que supone verlas por la calle de las ciudades francesas en las que las ha pintado, gestos que no se conciben si no es por la fuerza que da el amor para el abandono y la acción.
Leo en alguna página que el graffitero  es una mujer, en otras que es un hombre. A los parientes de Bansky les gusta esconder su identidad. El anonimato hace, quizá, parte, de un arte que se lleva mal con el concepto de autoría comercial. Desde luego, él/ella es un sabio artesano que sabe retratar la esgrima con la que el cuerpo expresa el deseo:
Observa las siguientes fotos y adivina a cuál de los títulos que aparecen a continuación corresponde. Para confirmar tu intuición debes clicar sobre título:
Duetto X
L'amore è sui muri la street art di Claire
3
2
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8

Reedición de entradas. Justicias poéticas

Imagen005Justicia poética, justice poétique, poetic justice, giustizia poetica.

martes, 27 de marzo de 2012

Muere Antonio Tabucchi

‎Tabucchi, muerto anteayer, día 25, a los 68 años de edad, saltó a la fama con un cult bestseller de bastante calidad, Sostiene Pereira (1994), sobre las andanzas de Pereira, su protagonista, convertido en opositor antisalazarista malgré soi, por dignidad y por amor, pero más bien un personaje de la estirpe de los ineptos vitales que tanto juego han dado en la novela italiana desde Svevo. Quizá, Tabucchi abusó del mantra sostiene Pereira, repetido a lo largo del libro hasta la saciedad, pero hay que entender que se trataba de la vertiente menos exquisita del autor de Donna di Porto Pim (1983), una de sus obras más logradas, un artefacto literario que a veces recuerdo como una especie de Moby Dick en miniatura (Vila-Matas). En la línea de intriga policíaco política con trasfondo moral, también escribió la La testa perduta di Damasceno Monteiro (1996), que cosechó, injustamente, a mi modo de ver, menor éxito.
Una de sus grandes pasiones fue el portugués, el país, su lengua, su literatura, que acabó enseñando en la universidad. He aquí unos versos de Pessoa, traducidos por él, que resumen una vida dedicada a la escritura:
”Il poeta è un fingitore / Finge così completamente / che arriva a fingere che è dolore / il dolore che davvero sente” (Fernando Pessoa, traduzione di Antonio Tabucchi, 1943-2012 RIP).
La muerte de Tabucchi en algunos medios internacionales (Fuente)
 La notizia della morte di Tabucchi nei siti stranieri
La notizia della morte di Tabucchi nei siti stranieri
La notizia della morte di Tabucchi nei siti stranieri
La notizia della morte di Tabucchi nei siti stranieri
Enlace a un artículo suyo publicado el 25 de marzo:
Sfogliando il made in Italy

lunes, 26 de marzo de 2012

Con los libros, como en el Corte Inglés, si no queda satisfecho le devolvemos su dinero.

A través de Satisfiction me entero de la siguiente iniciativa. El crítico Gian Paolo Serino hace una video recensión en la que ilustra su entusiasmo por un libro reciente. Los últimos han sido los siguientes:
- "Le nostre vite senza ieri" di Edoardo Nesi (Bompiani)
- "Il tempo è un bastardo" di Jennifer Egan (Minimum Fax)

Si el lector se deja guiar por la recomendación, pero la lectura le deja desilusionado, debe escribir a la redacción de la revista explicando por qué el libro no era “imperdibile e assolutamente da leggere” y Satisfiction le devuelve el dinero pagado.
¿Habrá ya, como me dicen que se hace a veces en el Corte Inglés con los trajes de fiesta, quien compre para leer el fin de semana y el domingo por la noche esté escribiendo su crítica negativa, para empezar la semana con el mismo saldo que el viernes anterior, pero con un libro más en las entrañas?
¿Una falsa crítica negativa hace tantas aguas como una crítica hipócritamente positiva?