jueves, 22 de mayo de 2014

Bufandas a principio de verano. Pasado mañana, ¡que viva el Atleti de Madrí!

El cuello, las sienes, la cara interna de brazo, partes frágiles del cuerpo que había que proteger, zonas a través de las cuales podía uno desangrarse, perder la vida. Quizá de mayor siempre he llevado bufanda por un resto de aquellos miedos infantiles, cuando la muerte por golpe, por mordisco, por el tétanos, por un balonazo o por un boli que te atravesara, parecía estar más cerca. Esta mañana, una sofisticada chica iba vapeando en el autobús. Bien arreglada, con una camiseta negra de manga corta, pantalón semi vaquero de buen corte, gafas negras retro y un cuarto de cráneo al dos, no me hubiera llamado tanto la atención si no fuese por la bufanda de punto que llevaba al cuello. Soy hermosa y me cuido, pero lo más preciosos de mí está escondido y no te lo voy a dejar ver, parecía decirme. La he comprendido perfectamente y me he quedado en paz con las ganas de vérselo, yo también siento una especie de ensimismamiento  cuando entro en comunión con mis bufandas.
hinchaCementerio de S. Isidro, no lejos del estadio de Atlético de Madrid

El alto valor simbólico esta prenda, quizá solo comparable, entre los accesorios de vestuario, con el de la gorra y la corbata, queda patente durante las rebajas, en las que lo relacionado íntimamente con el cuello no tiene casi descuentos. El gaznate lo ofrecen los perros en señal de entrega y los dueños duros de esos animales se lo cubren con collares, a veces ensartados de pinchos. El de los humanos, adornado convenientemente, es indicio de un plus de gusto, o por lo menos de intención, síntoma del deseo de distanciarse de los que no se cuidan ni tienen mimos para consigo mismos. Y es que a menudo, a esa parte del cuerpo  se reservan los mejores tejidos, la seda, el cachemir y las combinaciones de color más expresivas, los estampados más audaces. La bufanda tiene, como pocas otras prendas, la virtud de concentrar  mensajes lanzados al mundo y al interior de quien la porta, nos afirma o nos matiza ante los otros y ante nosotros mismos. Cruzada, anudada a lo Dylan, con doble vuelta de juventudes de algún partido, larga, como la de Umbral, ligera o pesada,  por fuera o por dentro del gabán, su ausencia no es significativa, pero su presencia sí. Por momentos, en los interiores o cuando nos acaloramos en invierno, llega a agobiar, y entonces pasa de ser un refugio, un pequeño tronco salvavidas de la intimidad mostrada, a un objeto que tiende a perderse, a enrollarse como papel de váter, a colgar como despojo del antebrazo o del bolsillo del abrigo. Por eso, un dandi, aunque sude la gota gorda, no puede quitársela. Sería como apostatar de la estética.
Ha llegado el calor y las bufandas atléticas se han desplegado.  La bufanda de la foto, como los perros de mármol o piedra de las esculturas medievales, tiene la función de evocar la fidelidad, la constancia, la perseverancia del hincha colchonero en el afecto por su equipo. Los perros y las bufandas, cuando están contentos, saltan al cuello, tienden a rozarnos con sus fauces, con la suavidad del tejido, pero, cuando están tristes o cansados, caen al suelo o se tienden a nuestros pies,  y a veces nos hacen tropezar  en la verdad de que estamos solo de paso por Paseo de los melancólicos. Sin embargo, de vez en cuando, solo de vez en cuando, porque tampoco hay que pasarse, una buen alegría daría el punto justo de cocción a la melancolía, que si, como el martini seco, no es atravesada por un rayito de luz, no hay quien se la trague. No creo que el Cholo haya liquidado al Pupas, ni quiero que así sea. Ante todo, seamos fieles al carácter que hemos ido forjando, no vayamos a parecer nuevos ricos. Yo, que soy del Barcelona, casi he celebrado la vuelta de mi equipo a las aflicciones, a los errores encadenados, a las dudas, a los goles en contra en los últimos momentos de un partido, porque en un equipo, a menudo uno proyecta más sus reveses que sus boleas. Por eso, sin que caer en el absurdo vicio de querer ganar siempre, está vez voy con el Atleti. ya tendrán tiempo de ganar la décima y las que vienen después, que son más difíciles de decir con los números ordinales.

IMGP3584Foto de una foto de Joan Colom


martes, 20 de mayo de 2014

Fotos de un viaje a San Petersburgo (una ciudad rebautizada) en sus detalles. Fotos fuera de concurso (6).

(- Fotos de un viaje a San Petersburgo -una ciudad rebautizada- en sus detalles, 1)

(- Fotos de un viaje a San Petersburgo -una ciudad rebautizada- en sus detalles, 2)
(- Fotos de un viaje a San Petersburgo -una ciudad rebautizada- en sus detalles, 3)
(- Fotos de un viaje a San Petersburgo -una ciudad rebautizada- en sus detalles, 4)

(- Fotos de un viaje a San Petersburgo -una ciudad rebautizada- en sus detalles, 5)

Fotos y pies de foto: Ruth Aguilar

ruthDe camino al trabajo paso por sitios que me dejan sin hablaDe camino al trabajo paso por sitios que me dejan sin habla

ruthPiter también tiene playaPiter también tiene playa
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Fotos y pies de foto: Javier

Ya hemos encorchado el primerojavierYa hemos encorchado el primero

Y llegó la inspiraciónjavierY llegó la inspiración
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Foto: Marta Sánchez-Nieves

Msnieves

msanieves

Concurso de selfies. Lista de ganadores.

Alemán:

selfie_parchís

Traducción literal: Hombre, no te enfades

Traducción real: Parchís

S. Serrano

(Enlace al resto de selfies en alemán)

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Español para extranjeros:

Selfie2_M.LucichM. Lucich

(Enlace al resto de selfies en español)

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Francés:

la foto (1)À la moitié. En la mitad

M. Guerrero

(Enlace al resto de selfies en francés)

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Inglés:

IMG_20140514_110925I moustache (must ask) you a question... But I'll shave (save) it for later.
Debo hacerle una pregunta... Pero la guardaré (afeitaré) para luego.

Y. Mendoza

(Enlace al resto de selfies en inglés)

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Italiano:

imageQuiero una primavera más calienta

J. Salanova

(Enlace al resto de selfies en italiano)

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Ruso:

Раскольников«No era cosa de ir por la calle con un hacha en la mano», Rodión Románovich Raskólnikov (Crimen y castigo, Fiódor Mijáilovich Dostoyevski)

A. Navarro

(Enlace al resto de selfies en ruso)

 

Enlace a todos los selfies

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Para la recogida de los premios (un cheque regalo de la FNAC -Zaragoza, Plaza de España-, por un valor de 40 euros), los ganadores deberán ponerse en contacto conmigo a través del mismo correo al que enviaron las narraciones (actividades.eoi1z@gmail.com).

Quiero agradecer a todos los que habéis participado en el concurso  el interés y arrojo demostrado. A la vuelta del verano, intentaré hacer una pequeña exposición con los selfies presentados a concurso

Javier Brox

lunes, 19 de mayo de 2014

Un hombre solo, una mujer, así tomados, de uno en uno…Jornada de descreimiento a punto de empezar el verano

Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno,
son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otros hombres.
Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos...
(Palabras para Julia, José Agustín Goytisolo)

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