Los enamoramientos fugaces son placenteros y a veces dejan recuerdos perdurables, otras un leve regusto dulce. Me acuerdo a menudo de Fernando Martínez Pereda recitando a JRJ: … ¡Memoria, ciega abeja de amargura!/¡No sé cómo eras, yo sé que fuiste! También se la oí a R. Palazón jugando a adivinanzas.
Avec le temps no hay nada tan sabroso con un relámpago de recuerdos, porque …ha pasado el tiempo/y la verdad desagradable asoma:/envejecer, morir,/es el único argumento de la obra (J.G. de Biedma).
El conde Brassens, el que nunca muere y tarde o temprano entra por la ventana:
Le parapluie. Paroles et musique : Georges Brassens
(c) 1952
Il pleuvait fort sur la grand-route
Ell' cheminait sans parapluie
J'en avais un, volé, sans doute
Le matin même à un ami
Courant alors à sa rescousse
Je lui propose un peu d'abri /En séchant l'eau de sa frimousse
D'un air très doux, ell' m'a dit " oui "./Refrain: Un p'tit coin d'parapluie /Contre un coin d'paradis /Elle avait quelque chos' d'un ange /Un p'tit coin d'paradis /Contre un coin d'parapluie
Je n'perdais pas au chang', pardi! /Chemin faisant, que ce fut tendre /D'ouïr à deux le chant joli /Que l'eau du ciel faisait entendre /Sur le toit de mon parapluie! /J'aurais voulu, comme au déluge /Voir sans arrêt tomber la pluie /Pour la garder, sous mon refuge /Quarante jours, quarante nuits. /(deux fois le refrain) /Mais bêtement, même en orage /Les routes vont vers les pays /Bientôt le sien fit un barrage /À l'horizon de ma folie! /Il a fallu qu'elle me quitte /Après m'avoir dit grand merci /Et je l'ai vu', toute petite /Partir gaiement vers mon oubli/(Refrain)
Yann Tiersen y Nayacha Regnier, verisón marron glacé, lenta, dulce y contundente al tiempo. Sin desperdicios, aunque de tamaño un poco demasiado grande. Cámbiese contre par pour y el texto es el mismo:
El texto en español:
El paraguas
Llovía fuerte en la carretera,
ella caminaba sin paraguas
yo tenía uno, robado, sin duda
esa misma mañana a un amigo. /Corriendo entonces en su auxilio /yo le propuse un poco de abrigo./Secando el agua de su carita, /de una manera muy dulce, ella me dijo “sí”. /Un rinconcito de paraguas /a cambio de un rincón de paraíso, /ella tenía algo de ángel. /Un rinconcito de paraíso
a cambio del rincón de un paraguas /yo no perdía en el cambio, ¡pardiez!. /Al caminar, qué tierno era /oír los dos juntos el lindo sonido /que el agua del cielo hacía /sobre el techo de mi paraguas.
Yo hubiese querido, como en el diluvio /ver sin parar caer la lluvia,
para protegerla bajo mi refugio, /cuarenta días, cuarenta noches. Un rinconcito de paraguas/A cambio de un rincón de paraíso
ella tenía algo de ángel /un rinconcito de paraíso /a cambio de un rincón de paraguas /yo no perdía en el cambio, ¡pardiez! /Pero absurdamente, incluso en las tormentas, /las carreteras van hacia algún sitio, /bien pronto la suya le puso un límite /al horizonte de mi imaginación. /Fue necesario que ella me dejase /después de haberme dicho muchas gracias /y yo la vi muy pequeñita /partir alegremente hacia mi olvido. /Un rinconcito de paraguas/a cambio de un rincón de paraíso, /ella tenía algo de ángel, /un rinconcito de paraíso /a cambio de un rincón de paraguas
yo no perdía en el cambio, ¡pardiez!
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