mejor sería volvernos locos y empezar a aceptar estados intermedios, forzarnos a la mezcla, sumergirnos, como en algunas terapias psicológicas, en aquello que nos da miedo, vivir de lleno el horror a la contaminación blanca o culé, celebrar la singularidad fenomenológica que supone Messi, si eres del Madrid, o la cosmovisión de Pijoaparte de Ronaldo, si eres del Barça. Ya sé que es difícil, imposible, tal vez, mientras siga en su puesto cierto entrenador y su guardia pretoriana, mientras el otro mee seny. Pero, hubo un tiempo, por lo menos en mi caso, en que odiaba el fútbol, los programas de radio del domingo por la tarde, los álbumes de cromos con jugadores, cuanto oliera a hinchada y casi a mera
afición, un tiempo en que esas cosas me sabían a alienación, aunque fuera de la buena, de la mejor, de altísima gana. Eran los años de la política, cuando contra Franco tenías un ocio mucho más enriquecedor, o, por lo menos, igual de emocionante, en otros terrenos de juego. Después, el repliegue hacia lo privado fue abriendo las puertas al pelotón, un ratito cada fin de semana, más las crónicas de Relaño en El País. Hasta que al final, me
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Si a Vd. le queda alguna duda del equipo al cual debe pertenecer su alma, puede completar el siguiente test en italiano, al que ofrezco un enlace, y que contiene preguntas tan profundas como las que copio a continuación:
11) Nella vita vuoi più
amore
più soldi
12) Meglio un
dribbling
un contropiede
15) Scopri una cosa bellissima:
informi subito la persona più cara
lo metti su Facebook?
Enlace
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