viernes, 20 de abril de 2012

Los mellizos de M. Antonio y Cleopatra, Alejandro Helios y Cleopatra Selene, pillados en una escultura.

Alejandro Helios  y su hermana melliza Cleopatra Selene, el niño solar y la niña lunar, de sangre patricia romana por parte de padre y divina por parte de madre, cuyo rostro era desconocido hasta ahora, han aparecido abrazados en un templo dedicado a Hathor, en la ciudad de Dendera, en el  Alto Egipto,  donde todo parece indicar que llevaban siglos sin llamar la atención de nadie. Al parecer, la obra se encuentra ahora en el museo arqueológico de El Cairo. Así de crueles son los designios del arte y la arqueología. De repente, lo que valía poco adquiere una importancia inusitada, lo que nadie miraba pasa a ser objeto de desmedida curiosidad. Las serpientes de piedra que les custodiaban de poco les han servido, aunque seguramente no dejen de ser una advertencia para los impíos futuros mirones.
Pero lo que interesaría saber en este caso es qué tal les ha sentado el descubrimiento a estas pobres criaturas, hijos de suicidas, exentos de tener que dar cuenta a nadie, yin y yang, Zipi y Zape de la antigüedad, juntos en silencio durante siglos y hoy a la vista de todos. Las dos novelas de hermanos o hermanastros enamorados que conozco, Ada o el ardor, de Navokov, y Las benévolas, de Jonathan Littell, mucho más reciente y peor, aconsejan dejarles en paz cuando su amor es de verdad.
(Fuente)
                     Egitto, ritrovati i gemelli di Antonio e Cleopatra
                     Egitto, ritrovati i gemelli di Antonio e Cleopatra

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