supremo, una clave que da sentido a todo lo demás, hasta el punto de que si quitas esa tecla del teclado del mundo, la cagas, el piano no suena, se derrumba el arco, la poesía se hace ñoña y el güisqui no sabe a nada.
Un fenómeno parecido al anterior también ocurre a veces si mantienes fija la mirada durante unos treinta segundos sobre la nariz de alguien y después cierras los ojos. De repente, le ves el cráneo a la luz confusa de tu interior. No hace falta que al modelo se le claree el cuero cabelludo, aunque eso ayuda. A mi me ha pasado hasta con Charo y mira que tiene pelo. Mientras estaba firmando pliegos de sus poemas se dio cuenta de que yo llevaba un ratito mirándola y puso cara de sorpresa. Le dije, es que estoy intentado verte la calavera. Lo dije o quizá sólo lo pensé.
Cría ojos
El caso es que no recuerdo que ella se extrañara, aunque, dada su familiaridad con el tema, tampoco tendría nada de raro su falta de sorpresa.
Polvo serás
Si uno no es consciente de la omnipresencia calavérica se vuelve insulso, parece un pollo decapitado, que se sigue moviendo un
rato y hasta corre sin parar de acá para allá. Cuando es una persona la que ha perdido la calavera puede pasarse así, descabezado, muchos años, yendo de un sitio a otro, entregado apasionadamente a sus quehaceres en la oficina, en su casa o al volante. Da el pego, se tiene la impresión de que sabe lo que hace, pero es mentira, ha dejado de ser una persona y se ha convertido en un pollo. Si no sigues los imperativos de tu cráneo, empiezas a correr sin sentido hasta que te vacías, porque sí, porque la calavera, en el arte y en la vida, es la cifra de todos los significados, la que dota a todo de sentido.
La forma original de la expresión francesa, Cherchez la femme, que se usa a veces cuando no se llega a entender el motivo de algún comportamiento, era Cherchez la calavera, así, con la palabra calavera en español. Fue únicamente por prurito eufemístico, por corrección política, diríamos hoy, porque no se quería aceptar que la muerte es la razón de todo, por lo que acabó apareciendo la femme por los alrededores.
Bueno, pues si alguien quiere Chercher la calavera, que venga antes del día 31 de febrero y vea la exposición.
Otras obras expuestas:
Popurrì de calaveras ajenas y una cita:
Barceló
El cráneo de Pinocho debía retratarlo con el apéndice nasal crecido, quizá porque intentó engañar a la muerte, algo que, al fin y al cabo, hasta su severo papá putativo le habría perdonado.
Todorov, Tzvetan, Los aventureros del absoluto, Barcelona, Galaxia Gutenberg Círculo de lectores, 2007, p. 79. Trad. José maría Ridao
Hirst
Luis Fernández
Calavera masónica
Pieter Claesz van Harlem
Jonas Wood
Michael Wolgemut, "Dance of Death;" 1493
Phillipe Derome, "Cherry Tart Vanitas"
Jose Gaudelupe Posada, "La Calavera Catrina"
http://thestarvingarthistorian.wordpress.com/page/6/
Phillipe de Champaigne, "Vanitas (Still Life with a Skull)"
Louis Vuitton, Zevs
Roy Lichtenstein
Warhol
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