lunes, 1 de marzo de 2010

Paredondehelarte. La exposición que no pudo ser: esculturas de Manuel López Uriel

A través de la profesora de francés Annie Iglesias entré en contacto con un estudiante suyo que hace esculturas. Me propuso hacer una exposición en nuestra escuela. Me pareció muy bien, pero en cuanto empezamos a concretar los detalles nos dimos cuenta de que, tratándose de piezas de arcilla, no íbamos a poder colocarlas con un mínimo de garantías de que no se cayeran y se hicieran pedazos. No teníamos los soportes adecuados. Tras darle algunas vueltas, Manuel y yo pensamos que en tanto no se pueda hacer en las condiciones debidas es mejor posponer la iniciativa.  He aquí, sin embargo, un testimonio de la ocasión perdida, al menos por ahora: 

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1 comentario:

  1. ¡Pues qué pena! ¡Qué linda la primera escultura!

    Querido Melmote, te sigo teniendo presente en mis oraciones ateas, no te preocupes. Es que hay hadas que funcionan así, a oleadas, a temporadas, a marejadas. Y se van y vuelven, y se vuelven a ir y vuelven a volver y, y... que ni la disciplina japonesa ni las tiendas de pedos listos para llevar son lo mío (dice Cloe, mi lindo gatito, que no necesita nada de lo que hay ahí, que con tener su arenero de vez en cuando limpio y dónde aposentar sus posaderas, ya es feliz).

    Que en fin, que hasta una persona tan metódica como yo tiene su punto de caótica y anárquica.
    Y que vale, algún día me diré: vale, vale...pero si yo tenía un vale y entonces iré, ¿vale?

    Un saludo, guapo.

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