jueves, 4 de febrero de 2010

Rincón de los repo(r)tajes (8). Pasar por el Paredón sin ver. Vituperio de la ceguera.

Hay quien pasa por delante sin girar la cabeza. Otros me dicen que van a ver la exposición, se ponen delante de una de las obras, les entra una especie de nerviosidad y se van corriendo, no sin antes decirme, luego vuelvo, ante lo que yo pienso, para qué, y, sobre todo, por qué te justificas conmigo. Alguno me ha dicho, ahora mismo voy a verla antes de subir a clase. Le he observado y o me había mentido, cosa que no creo, o al cabo de un minuto se había olvidado de lo que parecía pocos segundos antes un firme propósito. Alguna otra persona me señala que este año voy a poder absorber mucho arte. No sé si los programas de mano son leídos, pero basta un vistazo al contenido para darse cuenta de lo absorbido durante 30 años de visitas y lecturas. Además, no acierto a entender por qué la premisa es que uno no debe haberlo absorbido antes, si es algo tan hermoso. Un profesor mandó hacer unas redacciones sobre una de las exposiciones y  un alumno andaba desesperado sin saber qué decir. Se abanicaba el sofoco  el folleto, pero ni se le había pasado por la cabeza leérselo. Le fue sugerido que fuera a ver otra vez la exposición, que hablara sobre una pareja y un código de barras y resultó que no había visto ninguna pareja (había tres) ni, por supuesto, código de barras alguno (había otros tres). Y qué se puede decir de quien ha cruzado decenas de veces por allí y no sabe que ha habido exposiciones.

Sin embargo, una niña me escribió diciendo que llevaba a la pareja del paraguas de pantalla del móvil, una compañera se ha decidido a regalar un recorte a unos amigos que se van a vivir juntos, algunos se han animado a dejar comentarios, la mayor parte de las veces elogiando lo visto. Además, unos cuantos se han ofrecido a exponer. Uno de las candidatos, sin embargo, vino dándome a entender que lo hacía por su profesor más que por ella misma. Me decía, vale, llevo lo que tengo hecho, pero no voy a llevar lo mejor, que me da pena.  Le contesté, dese cuenta de que si lo que Vd.  juzga lo mejor no deja de ser mediocre, lo que pretende exponer quizá va  a gustar poco. Pero, nada, erre que erre, que lo mejor se quedaba en casita, no se fuera a resfriar.

Por todo ello, a pesar de lo que tiene de salvaje, de desconsiderado, de intolerable, no dejo de sentir cierta simpatía hacia quien destrozó el trampantojo que estaba pegado al final de puente de Santiago, en esa parte curva que precede a las escaleras de acceso al Parque de Macanaz, las que permiten bajar a la explanada de Helios. Tengo aquel magnífico trompe l´oeil por una obra perteneciente a las campañas del Ayuntamiento en apoyo de los jóvenes creadores. Pero algún observador radical, al que le fallaba el sentido común, pero no la vista, lo contrario de lo habitual, no pudo soportar el efecto de la ficción, que le dieran ventanas por murete, y quiso restituir el orden tajante de lo real, al pan pan y al vino vino. Una parte de mí congenia más con él  con quien no ve. Desgraciada la piedra, que no siente.

Distintos estados del trampantojo a ambos lados del puente

PICT0769

PICT0770 Imagen020 Imagen017 Imagen019 Imagen018

 

4 comentarios:

  1. Jefe, acuérdese de su alumna que anda convaleciente y que espera reincorporarse pronto a sus clases y a todas las demás.
    Acuérdese de guardarme uno de esos programas con los que presenta las exposiciones. Me gusta leerlos, plantarme ante lo que hay que ver, mirar,emitir juicio y guardar el mencionado programa. (Se salvó de mi juicio la primera exposición; no estaba yo muy ducha, por aquel entonces, en esto de la informática. Pero la vi y a fe que mi juicio sobre ella lo mantengo).
    Estoy deseando pasarme por la escuela y ver esta exposición. Por lo poco que he visto (esas dos fotos que abren ahora su blog) y teniendo en cuenta que la naturaleza es uno de mis temas peferidos, espero que me sorprenda.
    Cambiando de tema pero sin dejar el anterior. Conocí a Belinda y a la artista de la pista en la biblioteca el último día que fui a la escuela. Me presenté y les agradecí sus comentarios en mi blog, tanto como ellas agradecieron los míos.
    Jefe, ahora es cuando empiezo a ver la utilidad de esta aventura.(No fueron horas perdidas las de aquellas mañanas en el cursillo sobre como hacer un blog aunque en mi caso, la rentabilidad del mismo será más bien a largo, larguísimo plazo considerando que llego siempre tarde, por ejemplo, a hacer los comentarios de las exposiciones, pero llego.
    Al menos no hago como los que tienen las cosas delante de sus narices y no es que no se paren a mirarlas,es que tienen tan pocas miras, tan poco ángulo de visión o tan poca visión periférica que no reparan en lo que les rodea. Lo mio, creo yo, no es falta de agilidad visual es algo de desfase educativo, pero nunca es tarde persigo que una y otro consigan bailar un lento.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Pero, qué te ha pasado. Si tiras de la pestaña hay 16 fotos más y un texto de presentación, que va a salir como folleto cuando ciertas imágenes estén impresas, o sea, que estoy como caballo enjaulado esperando poder sacarlo.

    ResponderEliminar
  3. Me ha vuelto una vieja idea: hay que repartir cómodos sofás por toda la ciudad y, en particular, frente al Rincón del Gato-Paredondhelarte. Con cojines y, a ser posible, con mantas.

    ResponderEliminar
  4. Eso, de la marca Divatto, para tener dulces sueños, y además en grupo, lo ideal para el botellín. Camas de faquir es lo que hacía falta.
    Me(l)mo(th) el hooligan

    ResponderEliminar