- Benjamin según Scholem. Retrato impresionista sobre la idiosincrasia del príncipe o ¿quién lo hubiera dicho? (II).
“Bajo la mirada de sus palabras se transforma todo como si se hiciera radiactivo…Ninguna ocurrencia de aquel hombre inagotable tiene nunca aspecto de ocurrencia mera” (Adorno, T.W., Caracterización de Walter Benjamin, Crítica cultural y sociedad, Ariel, 1969, p., 113, trad. M. Sacristán)
Angelus novus, P. Klee, 1920 (Fuente)
Las citas proceden de la edición francesa de Scholem, Gershom, Walter Benjamin, Histoire d’une amitié, Presses Pocket, 1975.
- Conviene señalar que Benjamin tenía una manera muy peculiar de colocar las comas (p. 9).
- Lo que no he podido olvidar, sin embargo, es su forma de hablar. Razonaba con intensidad y se expresaba con gran perfección, sin mirar al público. Tanto es así que dejaba la mirada fija en una esquina del techo, como si se estuviera dirigiendo un público que sorprendentemente se hubiera colocado en ese lugar (p. 12).
- Su habitación era grande y la conservaba con sumo cuidado. Contenía un gran número de libros. Tuve la impresión de encontrarme en el lugar de retiro de un filósofo (p. 15).
- Lo primero que me sorprendió de él, y que, por otra parte, iba a caracterizarle el resto de su vida, era su incapacidad para quedarse sentado durante una conversación (p. 19).
- Chocaba el contraste entre la rigidez de su mirada y la vivacidad de sus gestos (p. 19).
- La frente, extraordinariamente alta y lisa, le hacía impresionante (p. 19).
- De espaldas, se le reconocía por su forma de andar y ese rasgo característico todavía se acentuaría más con el paso se los años. Bajo la frente, destacaban las gafas, de gruesos cristales. Tenía tendencia a quitárselas varias veces durante una discusión… (p. 20)
- De camino, me contó cómo había conseguido que le declararan exento del servicio militar al simular un temblor nervioso (p. 24).
- Le gustaba, por lo general, leer poemas en voz alta (p. 30).
- En la universidad, no teníamos ningún “maestro” (p. 399).
- …un comportamiento muy especial, basado en su manía por el secreto que podía llegar a proporciones extravagantes (p. 42)… evitaba, cada vez que podía, citar los nombres de los amigos y de las relaciones que aparecían en las conversaciones (p. 43).
- Para resumir, diría que la relación con Benjamin requería de mucha paciencia y contención (p. 44).
- Uno de los rasgos del carácter de Benjamin más sorprendentes era su extraordinaria sensibilidad al ruido (p. 45).
- Dora, a la que tuve ocasión de ver, me contó de forma totalmente confidencial, que había provocado en él, gracias a la hipnosis, ciertos síntomas parecidos a los de la ciática (p.60).
- De todas maneras, en situaciones como esas, su naturaleza radical le llevaba a comportarse de manera totalmente opuesta a la afabilidad y a la paciencia que mostraba en general en las relaciones humanas, hasta el punto de que no dudaba a la hora de las rupturas más lamentables (p. 69).
- …una novela teñida de ocultismo, ilustrada por el autor, de la que me dijo un día susurrando: “He conocido ese tipo de cosas en mis sueños” (p. 75).
- Su vida no coincidía con la extrema pureza que caracterizaba a su pensamiento (p. 85).
- Walter, hasta donde yo me acuerdo, no cantaba nunca (p. 120).
- Para ganar algo de dinero, Walter había decidido utilizar sus conocimientos de grafología, que eran en efecto considerables (p. 141).
Cuaderno de notas de Benjamin
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