viernes, 4 de febrero de 2011

Amar a orillas del Ebro revuelto: Antídoto contra las crisis. Neomedieval, aunque stendhaliana (IX).

Amar a orillas del Ebro: el abecedario de incógnitas (I)
Amar a orillas del Ebro (II)
Amar a orillas del Ebro revuelto (III): Stendhaliana y Pseudostendhaliana
Amar a orillas del Ebro revuelto (IV): Stendhaliana. Alea iacta est
Amar a orillas del Ebro revuelto (V): Stendhaliana. Alea iacta est
Amar a orillas del Ebro. El otoño (VI)
Amar a orillas del Ebro revuelto (VII)
Amar a orillas del Ebro revuelto: Antídoto contra las crisis. Neomedieval, aunque stendhaliana (VIII)
Aun si libre (se) hallara/mi captivo coraçon,/con mucho que trabajara/ya por el rastro sacara/alguna buen razón./Mas agora, ¿qué haré?/que sin mi bivo y estó;/¿cuál remedio me daré?/qué razones hallaré,/conmigo no estando yo?*
Diego San Pedro, La pasión trobada.
* Si yo no estuviese enamorado, es posible que con mucho trabajo podría por fin escribir algo bueno; por el rastro: ¿a la rastra?, o sea, “forzado a ello”; los varios significados de rastro que registran los diccionarios no parecen venir al caso aquí.
Diego San Pedro, Obras completas, III, Poesías, ed. de Severin, Dorothy S. y Wihinnom,Keith, Castalia, 1979, p., 103-104.

1. Melancolía

Me dio un acceso de melancolía tierna y reconocí el amor.
Stendhal, Diario, 16 de septiembre de 1811
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2. Mirada

Es el arma mayor de la coquetería virtuosa. Todo puede decirse con una mirada y, no obstante, siempre puede negarse una mirada, porque no es posible repetirla.
Stendhal, Del amor, (I, cap. XXVII)
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3. Mojigatería

Génova, 3 de agosto de 1817. La mojigatería de las mujeres es un producto increíble a fuerza de ridiculez y aburrimiento. Me he fijado en que dicen exactamente lo mismo a todos y cada uno de los forasteros que les presentan. Para ellas, ser amables es repetir la receta de amabilidad que les enseñó su niñera; nada puede sacarlas de ese círculo: les parecerá que pecan  contra la virtud.
Stendhal, Roma, Nápoles y Florencia en 1817
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4. Monja

Exclama un autor napolitano: “¿Acaso es cosa de nada desafiar al cielo y creer que en ese mismo instante el cielo puede convertirnos en cenizas? Por eso la suprema voluntad es, a lo que dicen, tener una amante que sea monja, y monja muy piadosa, que sabe muy bien que hace mal y pide perdón a dios apasionadamente, de la misma forma que peca apasionadamente”.
Stendhal, Crónicas italianas (“Los Cenci”)
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5. Monstruo

Una mujer decía de un hombre cuyo rostro era casi repulsivo: “¡Qué monstruo! Me duelen los ojos”. El monstruo la alabó, consiguió ser de su agrado y, finalmente, acostarse con ella.
Stendhal, Diario, 14 de abril de 1804
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Móvil

El amor (como lo entiende Cabanis) constituía el móvil fundamental de mi forma de ser; las demás pasiones solo podían distraerme de él.
Stendhal, Diario, 10 de diciembre de 1805

7. Música

Acabo de sentir esta noche que la música, cuando es perfecta, pone el corazón en situación idéntica a aquélla en la que se halla cuando disfruta de la presencia de la persona a quien ama; es decir, que proporciona la dicha más vehemente, por lo visto, que existe en esta tierra.
Stendhal, Del amor, (cap. XVI)
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8. Naranjo

No amar, siendo así que cielo nos dio un alma hecha para el amor, es privarse a sí mismo y privar a los demás de un gran dicha. Sería como un naranjo que no floreciera por temor a pecar.
Stendhal, Del amor, (I cap. XIV)
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9. Noble

“Si siendo tan pobre como es, Julien fuera noble mi amor no sería sino una vulgar necedad, un trivial venir a menos, y no me interesaría; no habría en ello lo que caracteriza las grandes pasiones: la inmensidad de la dificultad por vencer y la negra incertidumbre del éxito”.
Stendhal, Rojo y negro, (II cap. XII)
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Todas las citas están sacadas de Stendhal, Diccionario del amor, edición de Pierre-Louis Rey, Barcelona, ed. Alba, 2008. Trad. María Teresa Gallego Urrutia.

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