Se quejaba el dueño de la máquina (fotográfica, ça va de soi) de que le empezaban a fallar los remos, a ella, quiero decir, que él se mueve como pez en el agua por la pista. Seguro que un buen espía de la CIA ya sabría quién es con un solo vistazo de las tres fotos. No lo voy a nombrar, por si acaso, que es amante de seudónimos. El caso es que él mismo decía después que venía notando cómo a la máquina le afectaba cada vez más el frío, en particular al interruptor, también llamado botón. Con el frío, como que no quería, haciéndose el remolón todo lo posible, como los grifos de las fuentes de los parque en los amaneceres de invierno, hasta que un buen dedo mandaba a parar, como fue el caso en estos posados. En un momento dado, tuve ocasión de acercarme a la máquina en cuestión y cerca del visor descubrí una abundante acumulación de mugre que no puede datar de menos de ocho o diez años. Ni siquiera el teclado con el que estoy escribiendo es capaz de atraer ese cóctel feliz de polvo, migas, pelillos y restos de ala de insecto.
Por mi parte, doy fe de que la sesión de posado se prolongó unos minutos, los suficientes para que a mí también me empezaran a fallar los remos. La evolución de mis posturas certifica lo dicho. Desde el decidido acuclillamiento futbolístico hasta el aposentamiento en la silla, pasando por el ligero apoyo sobre la punta de los dedos y la expresión cada vez más seria, pasaron quizá cinco minutos, los suficientes para empezar a no sentir los muslos. Lo llaman obsolescencia programada. Es una de las bases del capitalismo y también de la evolución. Las máquinas fotográficas, en especial las digitales, también la padecen.
Lo de los pelillos es porque la llevo desenfundada desde hace un tiempo.
ResponderEliminarFdo.: El Obsolescente
Divertida crónica del posado de fotógrafos y filólogos, Javier. La solución de la silla fue perfecta para cerrar el encuadre.
ResponderEliminarFdo: otro obsolescente
Estimados obsolescentes:
ResponderEliminarOs reconozco, a uno por los pelazos y la afición a llevarla desenfundada y al otro por la elección de los términos y por el primor en el encuadre.
Algún día os veré en el rincóngatuno.
Saludos cordiales.