“A questa terza bugia, il naso gli si allungò in un modo così straordinario, che il povero Pinocchio non poteva più girarsi da nessuna parte. Se si voltava di qui batteva il naso nel letto o nei vetri della finestra, se si voltava di là, lo batteva nelle pareti o nella porta di camera, se alzava un po' di più il capo, correva il rischio di ficcarlo in un occhio alla Fata”. (Collodi, Carlo, Pinocchio. Storia di un burattino, cap. XVII)
Traducción:
Cuando dijo la tercera mentira, la nariz se le estiró de tal manera que el pobre Pinocho no podía volverse hacia ningún lado. Si se giraba hacia aquí pegaba con la nariz en a cama o en el cristal de la ventana; si se giraba hacia allá se pegaba contra las paredes o la puerta de la habitación; si levantaba un poco la cabeza corría el riego de metérselo por el ojo al Hada”
“Cuando la paciencia de la víctima no tiene límite, la paciencia del verdugo se acaba. Allende era irritante. Nacido para ser Frei, había querido ser Allende. Masón de convicción, presidía los actos religiosos. Socialista obsesivo y ultimista, creía en el respeto a la norma democrática, incluso como instrumento de construcción del socialismo. Así se explica la urgencia, la furia, la rabia de las balas. Mataban la excepción. Confirmaban la regla”. M. V. Montalbán
Último discurso
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