La era Aznar fue de bigotes y la de Zapatero de cejas y brazos de marioneta. Ninguno de los dos se atrevió a enseñar sus interioridades en público. Parece que Rajoy se ha desmelenado. Habla poco, pero no ahorra en gestos. Helo en esta foto que recoge el diario repubblica en su edición digital de hoy. Yo diría que se está dejando leer el futuro en el mapa de la lengua, que ha ido al médico de cabecera y no sabe enseñarle las amígdalas o que acaba de estrenar su recién estudiado inglés con algún otro mandatario más avezado que él en hablar idiomas, también llamados lenguas.
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