Las obras de este artista callejero, seguramente conocido en círculos restringidos, desprenden buen gusto, técnica, delicadeza y un punto de melancolía que acentúa su predilección por los restos de alicatado, tan de vestuario o balneario, tan hospitalarios o sanitarios y tímidamente brillantes. Algo tienen que provoca que se las estropeen, que es lo que algunos hacen con las cosas que les inquietan.
En Zaragoza, desde el año 2012, los gatos callejeros están protegidos, regulados y controlados en colonias atendidas por voluntarios,dentro del proyecto Ces, en colaboración con el Ayuntamiento de Zaragoza.Creo que tanto Barcelona como Roma nos ganan en años de protección a estos felinos. El maltrato a los gatos, concretamente en Zaragoza, conlleva importantes sanciones económicas.Algo vamos avanzando
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