(…) Buñuel compartía la tierra natal con Goya. Aragón, de fama solar de testarudos. La verdad es que nadie sueña más que sus hijos. So sueños extremos, de aquelarre de brujas y de comunicación entre hombres, animales e insectos. Bien se sabe que las hormigas son los seres vivos que mejor se comunican entre sí, telepáticamente, a grandes distancia, yo creo que Luis Buñuel era un apasionado de la entomología porque los aragoneses, como las hormigas, se comunican de lejos en el espacio, pero también en el tiempo. Están en contacto mediante las pesadillas, las brujas, los tambores.Fuentes, Carlos, Diana o la cazadora solitaria, Madrid, Alfaguara, 1994, p., 167.
La novela, roman à clef transparente, trata de los amores entre Fuentes y J. Seberg, que en la novela aparece con el pseudónimo Diana Soren. En un momento dado, el protagonista va a ciudad de Méjico y visita a Buñuel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario