Parece ser que esta página recibe del orden de 50.000 visitas diarias. Algún gran diario ya se ha hecho eco de ella. Contiene pequeñas narraciones sobre hechos, sensaciones, momentos estupendos. Su encanto radica en la banalidad, escasa duración, transitoriedad de lo contado. Quizá sea un canto a la sensibilidad de los desheredados integrados, tan proclives a valorar el detalle, la minucia que nos rescata de la rutina, del yermo cotidiano. También puede que la glorificación del instante placentero que huye sea típica de la manera burguesa de ver la vida. Trabajo y un poco de ocio integrados en un todo armónico, mientras los nobles siempre beben vino de reserva en las justas dosis. Lo cierto es que quien más quien menos todos somos un poco instanteestupendodependientes, algunos en su peor versión como la drogodependencia o la ludopatía, otros en la mejor, la que acepta que el ser es leve y necesita flotar, que no sabemos todo y la sorpresa puede saltar en cualquier instante.
Escojo solo el titular de alguno de los momentazos o momenticos que me llaman la atención:
#464 When characters in movies visit a place you know
#466 Using milk instead of water
#473 When that social event you didn’t want to go to gets cancelled
#474 When someone who doesn’t like pizza crust gives you their pizza crust
#476 Biting off the last piece of the popsicle without losing any of it
#480 Taking Friday off
#485 When someone saves you a seat
#486 Getting through right away when you call a big company
#488 Drying your hands on your pants
Y muchos más, pero quizá, no conviene superar los diez diarios, porque se pasa del buen gusto al empalago.
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