Por los entresijos de la historia de cómo el término inglés cool, nacido en el entorno del jazz en los años 40, ha llegado adquirir el claro valor encomiástico que posee en una de sus acepciones, se entrevé lo que podríamos llamar la creación del alma norteamericana. Cuando digo alma, me refiero a esa imagen ideal que proyectamos de nosotros mismos y que acaba por ser una especie de sombra perseguida de cerca, pero al tiempo huidiza y evanescente. Esa imagen, en mi opinión, está caracterizada por un alto grado de narcisismo reactivo que da sus mejores frutos en la individualidad exacerbada que tiende a establecer sus propias reglas frente a una sociedad vista como algo opresivo. Seguramente, ligado a la música, el adjetivo empezó su andadura como un término que en el ámbito de una comunidad con ciertos tintes marginales servía para crear una contracultura identificatoria. Relajado o tranqui, son palabras que se podrían asociar a lo que el cool encomiástico significaba alrededor del saxofonista Lexter Young. Entre ese elogio de lo que podríamos llamar my way, lo opuesto en el fondo al goethiano solo el villano sigue su capricho, el noble aspira a ordenación y a ley, y el resultado final, un cumplido canón de belleza tan física como anímica, no hay mucha distancia.
Los frutos excelsos de la quintaesencia del hombre hecho a sí mismo reinan en todos los terrenos. Desde septiembre, en la National Portrait Gallery, de la Smithsonian Institution, organiza una exposición de retratos (American Cool) con el Gotha del cool, lo más cool de lo cool, podríamos decir, para evocar cómo en la palabra se mezcla un frío aliento con un sabor intenso. Los retratados, de distintas generaciones, tienen que haber superado pruebas estrictas, que se resumen en una serie de condiciones, en absoluto fáciles de cumplir. En efecto, los elegidos deben reunir al menos tres de las siguientes dotes
- 1.) an original artistic vision carried off with a signature style
- 2.) cultural rebellion or transgression for a given generation
- 3.) iconic power, or instant visual recognition
- 4.) a recognized cultural legacy
He aquí algunas de los semidioses escogidos:
Courtesy Alfred Eisenstaedt / LIFE ©Time Inc.
M. Davis. © Aram Avakian
Basquial. © Dmitri Kasterine
H. Bogart. © Phillipe Halsman Archive
M. Brando. © Phillipe Halsman Archive
Hendrix. © P. McCartney
J. Dean. © Roy Schatt
F. Sinatra. © Herman Leonard Photography LLC
B. Holliday. © Bob Willoughby
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