Nuestras bibliotecarias publican la siguientes guía de uso de la biblioteca, cuya disposición sido recientemente modificada con la intención de mejorar el servicio. La parte interior ha quedado reservada a la sala de lectura, uso de medios audiovisuales e internet, mientras que en la parte exterior se encuentra el mostrador de atención al público y las estanterías con los dvd. Una de las razones de la remodelación ha sido que la sala de lectura estaba situada demasiado cerca de los mostradores de atención al público. Cuando los usuarios esperaban para ser atendidos solían ponerse a charlar o comentar diversos aspectos de la actualidad y/o de sus vidas privadas. De ello se derivaban molestias incesantes para quienes se encontraban recogidos en silencio con el objeto de estudiar o leer sus libros preferidos. La nueva disposición contribuirá a crear un mejor clima de trabajo. Sin embargo, mi larga experiencia como usuario de las bibliotecas me dice que en ningún otro sitio, salvedad hecha de las iglesias, sabe mejor pronunciar las pocas palabras que forman un escueto comentario o una breve observación. Sean, pues, permitidas esas discretas complicidades y evítense los indeseabless parloteos o las llamadas al móvil de quienes no asumen que se encuentran en un espacio público en el que el comportamiento debe ser necesariamente distinto del que se tiene en ámbitos privados.
Me gustaría señalar, por último, que se va a colocar a la entrada de la biblioteca un buzón de devolución de los préstamos.
Jé. A la salvedad que haces con las iglesias (para susurrar escuetos comentarios) añadiría cortejos fúnebres y ciertas bodas civiles.
ResponderEliminarPues, sí, me ha bastado leer lo que dices para evocar las dos situaciones. El comentario hecho a alguien, discreto, nunca al oído, que sin buscarlo descaradamente prefiere no ser oído por los demás, te aísla placenteramente, al tiempo que acentúa la sensación de pertenecer a una comunidad que te permite diferenciarte. Quizá por ello es el inicio óptimo del idilio. Tengo poca experiencia en cortejos fúnebres y ciertas bodas civiles, pero voy a frecuentar los cortejos de los demás y esas bodas como quien va a un restaurante para gourmets de comentarios escuetos, exquisitos aperitivos para el corazón solitario que no quiere engordar comiendo demasiado.
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