lunes, 1 de agosto de 2011

El ojo de Polifemo. ¿Existe la escuela Siciliana de fotografía?

No la Trinacria en sus montañas fiera
armó de crueldad, calzó de viento,
que redima feroz, salve ligera
su piel manchada de colores ciento:
pellico es ya la que en los bosques era
mortal horror al que con paso lento
los bueyes a su albergue reducía,
pisando la dudosa luz del día.

Góngora. Fábula de Polifemo y Galatea

Con la hipótesis de que tres fotógrafos sicilianos en activo, Carmelo Bongiorno, Carmelo Nicosia e Sandro Scalia, formarían una especie de escuela se está celebrando (22/07 – 02/10 – 2011) una exposición de fotografía (Cartel) en la Galleria Credito Siciliano
(Piazza Duomo 12, Acireale, Sicilia), comisariada por G. Chiaramonti. Con el término escuela, se entiende que:

Alla sicilianità di origine e di appartenenza s'aggiungono importanti esperienze "esterne": tutti e tre hanno condiviso infatti, in maniera indipendente, significativi periodi di lavoro lontano dall'isola, maturando un'attitudine al confronto e al collegamento con le innumerevoli avanguardie, interconnessioni e individualità in fase di maturazione in ambito italiano ed europeo, tra la fine degli anni '70 e gli zero.

Además, la exposición permite contemplar obras de otros grandes fotógrafos sicilianos de contrastada experiencia internacional. uno de ellos, F. Scianna. el fotógrafo del espléndido Ore di Spagna (Sciascia), señala, en un artículo de M. Simonetti para L’Espresso, las notables diferencias entre el trabajo de su generación y el de los tres fotógrafos actuales:

"E come se è cambiato il modo di far fotografie oggi: i due Carmeli, Buongiorno e Nicosia, e Scalia lavorano assai diversamente da quelli della mia generazione e delle precedenti. Per noi la fotografia era racconto, memoria, polemica e impegno politico nei confronti della realtà. Mentre questi nuovi autori pongono l'accento sulla loro personale creatività, sullo stile. Noi, più modestamente, non avevamo questa ambizione: raccontavamo quello che vedevamo. La loro narrazione è filtrata, raccontano i loro sogni personali più che contenuti oggettivi".

Una cuestión sobre la que insiste en el artículo citado, otra de las históricas fotógrafas sicilianas, Letizia Battaglia:

"Qui non vedo foto di impegno politico, di cortei militanti o di barricate. Mi sembra che oggi in Italia sia i giornali che i fotografi non siano molto stimolati a raccontare la realtà, come invece avveniva in quegli anni per noi, che trovavamo anche grande spazio e disponibilità. Questi nuovi autori, che non sono poi gli ultimissimi visto che hanno già 50 anni, inseguono la poesia, la bellezza, la sicilianità, l'arte....".

Además de que el signo del compromiso dominante con lo real ha cambiado hacia formas menos ligadas a la actualidad políticosocial, el acceso casi ilimitado a fuentes que antes resultaba difícil conocer condiciona en muchos casos la producción artística hasta el extremo de que el factor local se encuentra casi totalmente difuminado, incluso en el caso de artistas insulares como estos. Si en muchos casos, la universalidad de la obra artística partía de hondas raíces ancladas en la particularidad, en la actualidad,  esa dialéctica se ha hecho más compleja. A menudo, es únicamente en la profundidad de lo que podríamos llamar el sesgo personal internacional que transmite el artista donde reside su qualitas, más allá de inútiles virguerías técnicas que ocultan un vacio de base.Se podría decir, parafraseando a Mallarmé, que casi todos los grandes artistas han leído todos los libros o han visto todas las fotografías, lo cual dificulta, pero hace más interesante, el juego con la tradición y melancoliza las obras. Scianna, por su parte, recalca, la diferencia de bagaje cultural entre las distintas generaciones

"le generazioni moderne hanno a disposizione informazioni sulla cultura fotografica anche internazionali che noi non potevamo neanche sognare. In Sicilia quasi non arrivavano libri né giornali, ed eravamo molto più legati al rapporto col nostro territorio".

Para terminar, me gustaría recordar un personaje de ficción de La meglio gioventù, la película de Giordana en la que una de las protagonistas encuentra su destino en las fotos, en las que a instancias de otro personaje busca el alma de los retratados, un alma que también sabe encontrar cuando posteriormente se ocupa de la  triste actualidad siciliana ligada a los grandes atentados mafiosos de los años 90. Una buena síntesis de universalidad y concreción histórica.

L’Espresso facilita una amplia galería de fotos ligadas a la exposición. Las imágenes que aparecen a continuación pertenecen a dicha galería:

La fotografia parla siciliano

Nicola Scafidi: Alberto Sordi, Il Mafioso

La fotografia parla siciliano

Ferdinando Scianna: Bagheria 1962

La fotografia parla siciliano

Ferdinando Scianna, Capizzi, 1982

La fotografia parla siciliano

Ferdinando Scianna, Leonardo Sciascia, Racalmuto, 1964

 

La fotografia parla siciliano

Nicola Scafidi, Palma di Montechiaro

La fotografia parla siciliano

Enzo Sellerio, Trappeto, Borgo di Dio, 1954

La fotografia parla siciliano

Enzo Sellerio, Palermo, l'oste conduce il suo asinello a vedere la portaerei americana Independence, in rada durante le elezioni del 1960

La fotografia parla siciliano

Carmelo Bongiorno, Man in red 2010 (dalla serie Forbidden Colors

Carmelo Bongiorno Last plate 2008 (dalla serie Forbidden Colors)

La fotografia parla siciliano

Carmelo Nicosia, Una grossa nuvola oscurò il cielo, 2009

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