viernes, 11 de noviembre de 2016

Muere el boxeador Perico Fernández

Hoy ha muerto en Zaragoza Perico Fernandez. Pertenece a esas figuras mitológicas de mi infancia que hacen parte del cortejo al que, como Sisa, diría, paseu paseu, de les tristors en farem fum,
que casa meva és casa vostra si és que hi ha ... cases d'algú. De carne y sueños,  sueños que duran poco, aunque hagan pensar que dan para retirarse. Toreo, boxeo eran dos de las salidas de los pobres, a medida de quien se topaba con un muro a la hora de inventarse un proyecto vital pero tenía un buen par de puños. Vida dura, pero vivida con alegría, o, al menos, eso era lo que transmitían sus apariciones televisivas, mi caverna de los mitos, en la que P. F.  hacía sombras ("Ring de sombras...Hacer sombra...Bailar sombra", I. Aldecoa, Neutral Corner) con sus guantones y aquella sonrisa picaruela.

Todos los pies de foto están sacados de Neutral Corner, I. Aldecoa, Alfaguara, 1996


- Que no se te enfríe el sudor -dice el mánager.
Él sabe su oficio. Silencio.
- ¿En qué piensas, campeón? -pregunta el mánager.
- En nada. ¿Por qué?
- Bien. Así es mejor.
- No hagas las declaraciones de costumbre -le había aconsejado su entrenador-. La gente se va cansando.
- Esta vez no lo diré.  

Todos los gritos, todos los silbidos, todas las palmas del bureo eran par él, estaba seguro. La luz del ring le hería como un ácido y pretendió dencansar los ojos mirando hacia el horizonte perdido en la niebla...

Para evitar un golpe de contra en un combate con un negro: Librame de un golpe de contra, que me fulminaría. No quieras verme a los pies de ese pagano, que usa de agüeros y supersticiones.

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