viernes, 23 de marzo de 2012

Klimt en Venecia, mujeres, mujeres y más mujeres soñadas

1969. Venise d’automne, épouillée de turistes …c’est la moins frivole. Venise de printemps, quand son pavement commence à suer et que le Campanile se reflète dans le lac de la Place Saint-Marc. Venice d’hiver, celle de la temperatura rigida , du congelamento…Quant à la Venise d’été, c’est la pire…(Morand, Paul, Venises, Gallimard, 1971, p. 196)

Vi hace ya muchos años la gran exposición sobre la Secesión vienesa que creo recordar se celebró en el palacio Gassi. Era como entrar en un sueño vegetal, en un acogedor laberinto de dorados, lleno de sensualidad, pero al mismo tiempo de amueblado y cálido ambiente doméstico, hasta el punto de que parecía que habías salido del mundo exterior para meterte en otro universo de inquietante belleza, casi tanta como la de los canales dejados atrás. Digo inquietante, porque junto al orden y rigor de las líneas, la Secesión está llena de sinuosidades en las que perderse, como si pudieras salir del cuarto de estar diseñado por Josef Hoffmann para entrar en el universo brillantemente turbio de las imágenes de Klimt. En fin, el ideal burgués, orden y rigor, y, al acabar los quehaceres productivos o familiares, selecta y licenciosa diversión.

De aquí a pocas horas, las salas del palacio Correr se llenará con obras de Klimt. Si uno tuviera que decir qué es lo que pinta Klimt, diría sin dudar que mujeres, pero mujeres que da la sensación de que más que retratadas son inventadas, que más que venir a encontrar en el lienzo una versión idealizada de sí mismas son proyectadas desde la tela hacia la realidad en busca de una improbable encarnación. Ese traje hecho de piel que buscaban los fantasmas de Klimt lo intentaron vestir, entre enigma y seducción, invitación y rechazo, las mujeres fatales, las actrices que como sibilas miraban al hombre diciéndole seré tuya, pero soy mía. Con el tiempo, se llamaron Theda Bara, P. Negri, M. Pickford o incluso M. Dietrich y G. Garbo. No sé si ellas encarnan un eterno femenino, no sé siquiera si tal cosa existe, pero sí sé que mirando la Judith o la Salomé de Klimt me reconozco en el misterio de la sensualidad, fruto del incierto cruce entre lo real y lo inventado.

(Fuente de las imágenes)

La grande mostra di Klimt a Venezia

                     La grande mostra di Klimt a Venezia                              

La grande mostra di Klimt a Venezia    

 La grande mostra di Klimt a Venezia 

La grande mostra di Klimt a Venezia

La grande mostra di Klimt a Venezia

Muerte no accidental de un guionista, Tonino Guerra.

Addio a Tonino GuerraEl miércoles pasado, día 21, murió uno de los grandes guionistas italianos, Tonino Guerra, que había colaborado durante casi cincuenta años en la elaboración de bastantes de las grandes películas del cine europeo de autor. Como es lógico, la mayor parte de su labor fue realizada con directores italianos (Antonioni, Fellini, De Sica, Rosi, De Santis, Monicelli, los Taviani…), pero también trabajó con otros grandes maestros continentales (Angelopoulus, Tarkovskij).

Siempre me ha chocado lo mucho que tardan en pasar los títulos de crédito por la pantalla. Más de lo que mi paciencia suele aguantar y menos de los que permitiría leerlos con atención. Hay quien ha hecho de ellos casi lo mejor de su película, como Spielberg en Tintin, o quien los ha integrado en la resolución de la historia, como Polanski en God of Carnage, pero lo más frecuente es que acompañen silenciosamente la salida en penumbra de los espectadores de la sala. Los pocos que se quedan a mirarlos siempre despiertan mi curiosidad y las ganas de preguntarles el motivo. La pregunta podría dar principio a una buena amistad, pero temo que también podría suponer una desilusión equivalente a la ilusión puesta en las posibles afinidades compartidas. Además, tengo la sensación de que a menudo hay algo de pose en buscar al encargado de la iluminación, al asistente al maquillaje u otras figuras de menor relieve entre la marea de nombres que van apareciendo.

Lo cierto es que no deja de ser chocante que en los títulos de crédito tenga que figurar hasta el apuntador, y no porque quien tiene poco peso en el producto final no merezca  ser citado, sino por economía de espacio y tiempo. Chuparse los títulos al principio de la proyección ya puede empezar a ponerte nervioso. Si, además, antes, has tenido que tragarte el tráiler de las  bazofias que están a punto de estrenarse y soportar el helicóptero ese que usan para demostrarte la calidad del sistema de sonido, es probable que entres con mal pie en la peli. Y es que la aparición del nombre de todos los técnicos en la pantalla no tiene parangón en ninguna otra actividad, artística o

no. Es como si cuando uno va al circo le dieran un dossier con los nombres de los payasos, sus maquilladores, los responsables de sus vestidos, los nombres de los fabricantes de las jaulas de los leones, los nombres de los animalitos, etc. Ya sé que no es un buen ejemplo, porque en el circo casi todo queda en familia, pero espero haberme hecho entender.

Otra cosa son los carteles de cine, en los que lo que cuenta son los nombres de los actores protagonistas y, con suerte, el del director. Algunos, además, incluyen en la parte inferior a los colaboradores. He buscado a T. Guerra en los carteles de algunas de las películas en las que colaboró y el resultado ha sido muy desigual. Sin emgargo, el día 21, su nombre apareció con justicia en la primera plana de algunos de los mejores periódicos del mundo.

La musica che ha fatto grande il cinema

He aquí una lista parcial de las películas en cuyo guión colaboró Guerra, según la página que le dedica la wikipedia italiana:

miércoles, 21 de marzo de 2012

Portadores de sueños. La chair est triste, hélas !

Portadores, el trabajo de Almudena Lobera, autora de los dibujos, y de Isabel Martínez Abascal, encargada de hacer los tatuajes, pertenece al proyecto Generación 2012, financiado por Cajamadrid, a través de La Casa Encendida.

Las siguientes fotos están hechas en la exposición. Los textos, que nada tienen que ver con el proyecto original, pertenecen al Diccionario del diablo (Bierce, Amboise, Ed. de E. J. Hopkins, Barcelona, Debolsillo, 2007. Trad. Vicente Campos). Son un simple intento de alargar el eco de las imágenes, aunque a veces sea un eco con sorna.

17032012609filosofía, s. Ruta con muchos caminos, que conduce desde ninguna parte a la nada.

17032012608espalda, s. Parte de la anatomía de un amigo que tenemos el privilegio de contemplar cuando nos van mal las cosas.

17032012607asustado, adj. Que desea con comedimiento que las cosas sean distintas de lo que parecen.

17032012606deuda, s. Ingenioso sustituto de la cadena y el látigo del traficante de esclavos.

17032012605mano, s. Curioso instrumento que se encuentra en el extremo del brazo humano y tiende a introducirse en los bolsillos ajenos.

17032012604divorcio, s. Toque de clarín que separa a los combatientes para que continúen la lucha a distancia.

Copio a continuación la ficha resumen sobre el proyecto, según aparece en una página web de la misma Casa Encendida:

ALMUDENA LOBERA / ISABEL MARTÍNES ABASCAL. Madrid, 1984
Título: PORTADORES. La imagen en el campo ampliado del cuerpo
Descripción: PORTADORES es un proyecto de dibujo cuyo soporte son cuerpos vivos. Doce nuevos dibujos de la artista Almudena Lobera serán tatuados por una mano experta en esa técnica: Isabel Martínez Abascal, arquitecto y tatuadora oscilante entre Madrid y São Paulo. 
“Portadores” es un trabajo artístico que cuestiona la forma material de la obra y explora nociones sociales y relacionales. Para la ejecución de los "dibuajes"
(dibujos-tatuajes) es necesaria la colaboración de un espectador que se transforma en elemento integrante de la obra. Pone en valor la pieza única frente al concepto pop de reproductibilidad, una pieza efímera con un tiempo de vigencia no mayor al de una existencia humana. Cuestiona también la noción de posesión en el contexto del mercado del arte. Se trata de obras no intercambiables, originales concebidas como no comerciables. Cada obra pertenece a un individuo que a su vez pasa a pertenecer a la obra, se convierte en ella. Explora el concepto de autoría, trabajando con tres niveles concatenados. La autoría de la mente que concibe, de la mano que ejecuta, del soporte que da cuerpo. La imagen bidimensional es originalmente dibujada en grafito, pasa por un proceso de adaptación a la nueva
técnica, sufre después la deformación consecuente a la curvatura del cuerpo y vive su propia vida en el mundo real, en el contexto de São Paulo, la gran metrópoli de urbanidad exacerbada, culto al cuerpo y pasión por el tatuaje.
Técnica: Dibujo y Tatuaje. Vídeo y fotografía

Imágenes de la crisis. Insolidaridad.

No llega  a ser ni un desahucio, que requiere el incumplimiento de un contrato previo, quizá ni siquiera un desalojo. Ha ocurrido simplemente que quien dormía parapetado tras un muro de cartón ha tenido que irse a otro sitio con sus cajas. Un inmensa barrera metálica le ha tapado el acceso al refugio.

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Naves interestelares con restos de sillería de otras épocas. La improbable luna de miel imaginada por Javier Fresneda

Nelle chiese abbandonate si preparano rifugi e nuove astronavi per viaggi interstellari/ in una vecchia miniera distese di sale e un ricordo di me/ come un incantesimo (I treni di Tozeur, F. Battiato)

Javier Fresneda es uno de los artistas participantes en la exposición Generación 2012 (La Casa Encendida, Madrid).

Tienen algo de ingenuas estas vistas impolutas de astronaves que salvan grandes monumentos de la civilización integrados en un silencioso futuro galáctico. No les queda otra solución a las obras arquitectónicas que ser esponsorizadas por la industria del espacio, y eso con suerte. Hermoso sueño este, que además –o por desgracia- recicla y perpetúa la parte de horror que esconde la historia.

(E.T.) El mundo se nos va volviendo tan ajeno y tan inhóspito, que pronto seremos los hombres, los terrestres mismos, los que mirando y señalando al planeta más remoto digamos: “¡Mi casa! ¡Mi casa!” (R. Sánchez Ferlosio)

Las siguientes fotos están tomadas en la exposición de La Casa Encendida a la que hemos hecho referencia. El la página web del artista, a la que puedes acceder clicando sobre su nombre al principio de la entrada, aparecen reproducciones de gran calidad.

imageJavier Fresneda - USCSS Nostromo with extension of the Empire State Buiding (2011), 2011, Cprint, variable measures, 5+2AP

17032012602Javier Fresneda - Installation of the Parthenon on the Millennium Falcon (2011), 2011, Cprint, variable measures, 5+2AP

imageJavier Fresneda - Exploiting the ruins of the Eiffel Tower (2011), 2011, Cprint, variable measures, 5+2AP

(de la serie Future Studies)

 


Cruce de citas: El mudejar aragonés y Gaudí, pasando de lejos por Brunelleschi y resumido por Azúa.

(Gaudí) “ …se veía a sí mismo como un artesano, no como un teórico. Decía, y sin duda tenía razón, que había aprendido las complejas curvaturas y estructuras de las membradas observando a su padre golpear el hierro y las láminas de cobre…Eso explica casi todo lo que es preciso saber para entender que Gaudí no fuera un arquitecto moderno, en el sentido de modernidad de Mies-Gropius-Le Corbusier. A diferencia de estos, incluso a diferencia de sus contemporáneos catalanes…pensaba en términos de espacio manual, no conceptual. Otros se dejaban guiar por la cuadrícula; a Gaudí no le servía para nada. Su obra madura no podía ni empezarse a imaginar a partir de un simple dibujo…A Gaudí no le gustaba dibujar, el dibujo no conservaba suficiente información sobre los complejos volúmenes y espacios huecos que tenia en la cabeza. Prefería hacer maquetas, de madera, de papel, de arcilla o con nabos recortados”. (Hughes, Robert, Barcelona la gran hechicera, Latitudes, National Geographic, 2005, p. 120-121. Trad. Esther Roig)

“Conviene recordar que las incomprendidas torres de ladrillo de Aragón se erigieron a raíz de un levantamiento de la albañilería contra la arquitectura, y el gusto de mirarlas se acrecienta – aunque, a decir verdad, a costa de hacerse algo bastardo- imaginando la rabia  y el horror que le producirían al pétreo y aplastante Buonarroti” (Sánchez Ferlosio, Rafael, Vendrán más años malos y nos harán más ciegos, Ed. Destino, 2001, p. 17)

 

“Brunelleschi es el primero en pensar la arquitectura como espacio, o sea como la manifestación  -la única posible- de una ley constructiva del universo que solo puede revelársele al hombre, ya que el hombre está dotado de razón, y dicha ley, que no es otra que la ley divina de la creación (la “divina proporción”), es racional por excelencia” (Argan, Giulio Carlo, Brunelleschi, Xarait ediciones, 1981, p. 97. Trad. carlos Martí Arís

 

“Las artes eran oficios practicados por artesanos como los escultores en piedra, los pintores…, pero también los pescadores, o los carpinteros, sastres, zapateros. Si lo que llamamos “artes” se llamaba en Grecia técne y en Roma ars, ello es debido a que la separación entre técnicas y artes obedece tan solo a una exploración desarrollada a lo largo de los dos últimos siglos, pero ni antes se diferenciaron ni parece que vayan a seguir diferenciándose mucho tiempo más. Nada, en su esencia, separa a las artes de las técnicas” (  Azúa, F. de, Diccionario de las Artes, Anagrama, 2002, p. 56)

lunes, 19 de marzo de 2012

Bazar Arroyo. Círculo de Bellas Artes

Asociaciones de nombres:

Casalduero

Mesonrío

Montecanal

Bazararroyo.

Muestra río:

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…el arzobispo Morcillo, un antediluviano que por vergüenza había hecho cambiar el nombre de su pueblo Chozas de la Sierra por Soto del Real… (Vicent, Manuel, Aguirre, el magnífico, Madrid, Punto de lectura, 2012, p. 138)

El mejor halago en la crítica peor intencionada. Con Miró todas las mañanas son la mañana del día de Reyes.

Joan Miró, sap la manera de seccionar limpidament el rovell d’un ou, a fi de poder apreciar els curs astronòmic d’una cabellera, Dalí (Citado por Combalía, Victoria, El descibrimiento de Miró, Ed Destino, p. 83)

Todavía se oye a los padres que han estudiado en escuelas de negocios decir que sus hijos son capaces de hacer lo mismo que Miró. Algunos lo dicen quitando mérito al chaval, “…pero, si hasta mi hijo de tres años sabe pintar mejor”. En los comentarios de otros managers se trasluce sobre todo la envidia que sienten por los altísimos precios que han alcanzado los monigotes coloreados del artista, unos precios que las leyes de mercado que estudiaron no aciertan del todo a explicar. En realidad, de lo que se lamentan los papás es de que el hijo haya salido a ellos y en vez gestionar fondos de inversión no sea un verdadero mago del mercado, de los que confirman la regla gracias a la excepción, haciendo multiplicar por millones el valor de coste en relación al valor de mercado, como Steve Jobs, pero a lo bestia. Eso pasa con los cuadros de Miró, que fue el rey Midas niño salvaje e inocente. Ni siquiera tuvo que estar peleándose con unos y con otros o estudiando a Freud como Dalí, el por momentos relamidísimo Dalí, hoy lejos del top ten y hasta del top fifty artístico. La obras de Miró además ni siquiera se hicieron en Nueva York ni llevan tanta cantidad de pintura encima como los Pollocks, algo que, puestos a pensar en el precio final, puede calmar la desazón de algunos, porque el acrílico ha subido una barbaridad.

Lo que pasa con Miró es que cuanto más lo miras más vida ves en él, como si las telas estuvieran siempre frescas, con un eterno latir ensimismado, pero pegadizo. Hay en él esa verdad de quien solo dice lo que no puede dejar de decir, como si lo pintado no precediera nunca al sentimiento y el trazo remitiese sin demoras a la emoción sin la cual no se puede concebir o se convierte en retórica. Cuando en un museo uno se esfuerza por encontrar los restos de vida que que pueda haber en una tela, el aguaducho de Miró ofrece  frescor a borbotones, a delicados borbotones algo que no es posible sino a través de él, suma frescura en ingente cantidad, bestialmente delicado, infinitamente sincero, magistralmente radical.

Si el arte es el domingo de la vida (Baudelaire), con Miró ese domingo es además día de Reyes para viejos niños.

Miró!, Poesia e luce. Chiostro del Bramante, from 16/03/2012,  to 10/06/2012

              

                  

(Fuente de las siguientes imágenes):      

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   Femme dans la rue, 1973

              Roma, la mostra di Miró al Chiostro del Bramante

  Sin título, 1978

                Roma, la mostra di Miró al Chiostro del Bramante

Oiseaux, 1973

          Roma, la mostra di Miró al Chiostro del Bramante

       Sin título, 1978 ca.   

           Roma, la mostra di Miró al Chiostro del Bramante

Sin título, n. d.