Como un perrillo que al volver a casa estalla de alegría, aunque la ausencia del amo haya sido breve, estos libros esperan, dispuestos a mover el rabo, a que, tras una breve visita al baño o una aclaración a uno de los pocos visitantes que se aventuran por las salas poco concurridas de los museos de provincia, los ojos de sus dueños vuelvan a posarse sobre ellos.
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