Leo la curiosa peripecia que llevó a descubrir el gran archivo de esta mujer que hacía fotos sin parar, que muy a menudo no llegaban a convertirse en papel, y me acuerdo de cómo fueron descubiertos algunos de los manuscritos de grandes obras literarias, por ejemplo, en un desván, utilizados para forrar otros libros sin interés. En fin, benditos sean aquellos que no buscan la gloria, ni se presentan a premios, amañados tantos de ellos, ni dicen que son profesionales de nada, ni se reivindican después de haber chupado como condenados del bote, aquellos cuya obra no tuvo que adaptarse a ningún gusto ajeno por razones comerciales, aquellos en los que oficio y beneficio no estaban sujetos a inmundas metástasis. Esta señora por no decir, ni siquiera dijo, como otros, que su obra no viera la luz.
Guardian publica una estupenda galería de las fotos de esta señora a la que le gustaba hacer fotos, a lo mejor más incluso que un fotógrafo profesional
Autorretrato. Photograph: Vivian Maier/Courtesy of Maloof Collection
Nueva York, 11 de agosto de1954. Photograph: Vivian Maier/Courtesy of Maloof Collection.
Nueva York, 1953. Photograph: Vivian Maier/Courtesy of Maloof Collection.
Sin fecha. Canadá. Photograph: Vivian Maier/Courtesy of Maloof Collection.
Nueva York, 29 de septiembre de 1959. Photograph: Vivian Maier/Courtesy of Maloof Collection.
Nueva York, 108th St East, 28 de septiembre de 1959. Photograph: Vivian Maier/Courtesy of Maloof Collection.
31 de marzo de 1957. Photograph: Vivian Maier/Courtesy of Maloof Collection.
Nueva York, 1953. Photograph: Vivian Maier/Courtesy of Maloof Collection.
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