Adivinanzas (I). Por el humo se sabe dónde está el fuego, y además no te quemas. Las bromas Carambar/Proust y los signos.
Es frecuente que la publicidad recurra a las adivinanzas. El placer de descubrir qué se esconde tras un reclamo puede ser intenso, sea adivinándolo antes de ver la solución sea llevándonos una sorpresa, si el ingenioso publicitario ha conseguido interesarnos pero al tiempo ocultar lo suficiente el objeto. Sin embargo, debe haber un equilibro entre la retórica de los indicios y la magnitud del objeto, o por lo menos debe haber una buena relación entre ambas cosas. En el ejemplo que planteo creo que la dificultad de descubrir de qué se trata desdibuja la propuesta, aunque al final la sorpresa sea mayúscula.
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